Carrión de los Condes (II)

Segunda entrega dedicada a Carrión de los condes (aquí la primera parte), una ciudad en el Camino de Santiago en la que si hay algo que no faltan son las iglesias, y es que las hay (casi) de todo tipo. Quizá la más conocida sea la de Santiago, hoy en día con casas adosadas a sus lados y desde hace unos pocos años rehabilitada después de que durante mucho tiempo presentase un aspecto muy deteriorado a causa de un incendio. Construida a mediados del siglo XII, su fachada románica es impresionante.

Otra de las iglesias que llaman la atención es la de Santa María del Camino (también conocida como Santa María de las Victorias), románica de finales del S. XI.

La iglesia de San Julián  es de origen medieval aunque ha sufrido reconstrucciones posteriores. La de San Andrés es una iglesia monumental del S. XVI.

La iglesia de Santa María de Belén se reedificó entre 1552 y 1579 sobre otra medieval. A su lado hay una balconada o mirador desde el que pueden contemplarse unas impresionantes vistas sobre el río Carrión. O mejor debería decir había, porque con las fuertes lluvias de los meses pasados se desprendió parte del mismo y está pendiente de ser reconstruido, cosa no tan sencilla dada su situación orográfica y su altura.

El Monasterio de Santa Clara fue fundado en 1255 pero posee añadidos de épocas posteriores. En él hay un interesante museo con multitud de piezas y en las semanas cercanas a la Navidad se exponen nacimientos de muchísimos lugares del mundo. Además, allí pueden comprarse dulces divinos.

Pero esto son tan solo unas pocas cosas de lo mucho que puede verse y disfrutarse en Carrión de los condes. Para conocerlo bien, nada mejor que visitarlo.