Este es un plato riquísimo, muy apetecible, elaborado a base de preparaciones muy sencillas, combinadas entre si en el emplatado para lograr un postre completo que nos deje con una sonrisa en los labios después de haberlo disfrutado.
Aunque parece una receta larga, es muy sencilla y no entraña dificultad. Mientras se cocina el bizcocho se puede preparar la mandarina en almíbar y como ambos se sirven fríos se pueden dejar de la noche para el día siguiente reposando o de la mañana temprano para el postre del mediodía o de la cena.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
250gm mantequilla
250gm azúcar
250gm harina tamizada
4 huevos grandes
1 sobre de levadura química
1Cd licor de limón
2Cd ralladura de piel de limón
Para la mandarina en almíbar:
2 mandarinas
4Cd azúcar blanquilla
½ ramita de canela
agua
Para montar el plato:
Una lata de fresas en almíbar
2Cd virutas chocolate negro
2Cd virutas de chocolate blanco
Preparación:
Poner en un cuenco grande la mantequilla reblandecida junto con el azúcar y batir con unas varillas hasta que quede una mezcla cremosa: ir incorporando los huevos uno a uno, batiendo de continuo, después el licor de limón, la piel de limón rallada, la harina y finalmente la levadura.
Verter en un molde de silicona tipo cake (y cocinar en el horno ya caliente a 180ºC durante unos 40-45 minutos, aproximadamente. Retirar y dejar enfriar antes de desmoldar.
Mientras se hornea el bizcocho, se preparan las mandarinas: Cortar en ruedas (no muy finas) dos mandarinas y ponerlas en un cazo con la canela en rama, justo cubiertas con agua y espolvoreadas con el azúcar. Cocer en un hervor suave durante unos 15-20 minutos y dejar enfriar muy bien antes de usarla.
A la hora de montar el plato, poner para cada comensal una poción grande de bizcocho y regarla con 2-3Cd del almíbar de mandarina. Disponer 3 fresas en almíbar delante del mismo y otras tres sobre él. Repartir sobre ello la mandarina cortada en cuartos de rueda o en tiras (si son las puntas) y repartirlo sobre ello. Espolvorear con ambos tipos de virutas de chocolate y servir.
Yo me tomaría el bizcocho con la mandarina y su almíbar para desayunar… un té y a vivir el resto del día feliz!!
¡Qué combinación más rica! Y además super original, nunca había visto fresas en almíbar con lo que me gustan a mi los fresones, a ver si este año intento preparar unos caseros :o)
Y la combinación ahora mismo me sentaría genial para combatir un día gris y lluvioso :o)
Besos,
Palmira
Energía para toda la mañana, seguro que daba 😉 Me alegro mucho de que te guste, guapa.
Besos.
Pues justamente el postre entero está pensado para emplear unas fresas en almíbar que me regaló mi madre una lata y como nunca las había usado tenía miedo de que fueran muy dulces para comerlas solas.
Aquí también está invernal, aunque este ratitio se ve un trocito (pero sólo un troocito) de cielo azul.
Besos.
Te aseguro que la sonrisa ya aflora en mis labios y sin haberlo probado, asi que si lo llego a probar ….Una delicia Marhya (como es habitual en todas tus recetas).
Bss.
😉 Gracias, Bego, me alegro un montón de que te guste.
Besos.
Un delicia de postre. Me parece muy rico. La pena es que solo puedo verlo.
un besote.
Gracias, José Antonio, jejeje. Me alegro mucho de que te guste.
Besos.
Guauuu!! es toda una delicia, me estoy imaginando ese bizcocho mojadito con esa combinación de sabores… uhmmm!!!!
Ya sabes, querida amiga, que me encantan los bizcochos… más hacerlos que comerlos. La combinación con la mandarina me parece una delicia, así que ya estoy tomando nota.
Un beso
😉 ¡Me alegro mucho de que te guste, Pica!
Un besote.
Ya me contarás si te animas, Pilar. Me alegro de que te guste.
Un beso, guapa.