De cocina y literatura; las cartas de Veronique

Publicado 24 enero, 2015 por Marhya en De cocina y literatura, Literatura / 2 Comments

Hace unos días os hablaba de la novela “Las cartas de Veronique“. Hoy vengo a hablaros de la cocina que se cuela entre sus páginas y que me ha permitido rescatar aunque sea brevemente la categoría De cocina y Literatura,  que tanto me gusta y que tenía arrinconada simplemente porque no había leído hace mucho novelas que pudieran tener cabida en ella.

Como en la primera novela de esta serie de Julia Stagg, que ya os comenté en su momento  la cocina tiene mucha presencia en la historia. ¡Bueno, está ambientada en la Francia rural, supongo que no puede ser de otra forma!

Hay una escena muy divertida que ocurre en un restaurante de cierta categoría. Christian quiere vender sus granja y las tierras de la familia (bueno, en realidad no quiere, pero siente que no tiene otra opción) y la chica que trabaja en la inmobiliaria encargada de encontrar comprador para las mismas, quiere algo con el granjero. Por fin llega la cita, que transcurre en dicho restaurante, de esos de títulos de receta largos y raciones cortas, muy cortas, mientras el pobre Christian sueña con un filete con patatas fritas. Todo comienza con la primera propuesta del Maitre a la pareja: “Para empezar el cef recomienda el foie gras de pato a la plancha con cuajada de fruta de la pasión, acompañado de arroz salvaje, endivias glaseadas y lentejas verdes de Puy“. “Todo estaba a la plancha, a la parrilla, ligeramente ahumado, braseado o lacado. Y si sobrevivía a eso, después venian la reducción, la emulsión, la duxelle o las patatas escachadas. ¿Por qué demonios iba a querer alguien hacerle eso a una patata?

Pero en la novela también hay lugar para buscadores de trufas, quesos locales, cervezas frías y cassoulette, mucha cassoulette.

Y también mousse de chocolate, legendarios croissants y baguettes todavía calientes y crujientes.

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2 Responses to “De cocina y literatura; las cartas de Veronique”

  1. jajaja cuantas veces me río leyendo cartas de restaurantes,,, además que como más largo sea el nombre más corta suele ser la imaginación del chef!
    Besos guapa y feliz fin de semana
    Palmira