La forja, de Arturo Barea

Publicado 26 enero, 2018 por Marhya en Literatura, Reseñas / 6 Comments


Estos días he estado leyendo los tres tomos de la autobiografía de Arturo Barea, la Forja de un rebelde. Si no lo has leído, quizá te suene de la serie de tve que se estrenó allá por 1990 y que aún está disponible para ser vista gratis en la sección A la carta de RTVE.
El primero de estos tres libros, La forja, narra la infancia y adolescencia de Arturo Barea en la España de principios del S. XX. No se trata de una novela, es una autobiografía. El autor y protagonista la escribió durante su exilio en Francia, ya bien avanzada la Guerra Civil Española.
Arturo Barea nació en 1897. Hijo de una lavandera y huérfano de padre, era el menor de varios hermanos. Era un niño despierto y ávido de aprender que se crió con unos tíos que disponían de una buena posición social.
El tío José era un hombre cariñoso, amable y tranquilo con el que el niño se entendía bien y ambos se querían mucho. La tía, en cambio, era una mujer de rígidas convicciones religiosas, proclive a la queja y que sentía grandes celos del cariño de Arturo hacia su madre, que también trabajaba como criada de los tíos. Mientras el tío José comprendía ese cariño y lo respetaba, la tía se sentía desplazada por ello y lo pagaba con la madre, lo que lejos de conseguir su fin hacía que el niño cada vez se separase más de la tía.
Arturo vive en un mundo contradictorio, con las comodidades de la casa de los tíos pero las ganas de vivir en la buhardilla con su madre. Con sus hermanos más cercanos, poco mayores que él, surgen rencillas infantiles por la situación en la que viven, especialmente con su hermana Concha. Ella envidia los mimos, caprichos y lujos de Arturo, y él que ella pueda estar con la madre más tiempo y no tenga que soportar a la tía. Y en la calle pasa de codearse en el entorno del río y las lavanderas, y con los chiquillos del barrio a los ambientes que frecuentan los tíos, el colegio religioso y las gentes acomodadas en el café al que acude con el tío José.
La historia que se narra en La forja no es solo la infancia y adolescencia de Arturo Barea contada por él mismo, es una muestra sociológica de la sociedad española (tanto de Madrid como del entorno rural mas cercano a la capital) de principios del S. XX.
Me ha gustado muchísimo el libro si bien entiendo que no es para todos los públicos. No es una novela liviana ni una historia para pasar el rato. Pero si te interesa la historia, la de las gentes y las sociedades, si tienes curiosidad por saber cómo era la España anterior a la guerra civil, si quieres conocer más del pasado y lo mucho o poco que ha cambiado el país en estos poco más de 100 años, anímate a leerlo. Creo que te gustará.
Es curioso comprobar cómo algunas cosas no han cambiado nada y fácil empatizar con el Arturo niño. También, desde la edad y la distancia, comprobar como son las gentes que pueblan la historia, personas reales, y como algunos sentimientos envenenan más a quien los siente que a quien lo acompaña como los celos, la envidia, la ambición desmedida o el egoísmo.
En los próximos días os contaré más de los dos tomos siguientes que conforman la trilogía autobiográfica de Arturo Barea, La forja de un rebelde.

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6 Responses to “La forja, de Arturo Barea”

  1. Lucero

    Vi hace años la serie y me gustó. No descarto leer el libbro más adelante, pues creo que me gustaría.
    Besos preciosa.

  2. Por lo que veo es casi literatura costumbrista, como le gustaba, por ejemplo, a Galdós. Pues debe ser interesante. Hace tiempo que no leo nada así y si tú me lo recomiendas, voy a tener esa trilogía muy en cuenta.

    Gracias, María.

  3. En un sentido si, Laura, pero siempre teniendo en cuenta que está hablando de su propia vida y no es una novela. Además esta primera parte la escribió en el exilio, en una época muy dura, y supongo que eso también pesa en su forma de ver las cosas.
    Un beso.