Promesa de sangre es la primera novela de la serie Bree Taggert, de Melinda Leigh. Una novela de intriga, familiar y emocionante. Aunque un pelín más previsible de lo que me habría gustado, he disfrutado con su lectura.
Pensándolo mejor, de Kristan Higgins, era la única de las novelas de esta escritora publicadas en España que me faltaba por leer y por fin lo he hecho. Y me ha gustado muchísimo. La relación entre las hermanas, el desarrollo de la trama y su crecimiento personal en momentos adversos, algunos toques de romance junto a esas pinceladas de humor propias de la autora me han encantado.
La petición de Olivia, de Abril Camino, es una novela que esperaba quizá algo más romántica de lo que finalmente ha resultado, aunque no tenía expectativas muy concretas vista su sinopsis. Y creo que ha sido lo mejor, porque así me he metido de lleno en su lectura sin que ideas previas me hicieran sentir de uno u otro modo.
La última mentira es la tercera novela de Mary Kubica que leo. Y como las anteriores, esa intriga psicológica me ha gustado mucho. Es una historia interesante, bien contada, que atrapa, emocionante y que te empuja a seguir leyendo, con una resolución sin trampas.
Magia en la nieve, de Sarah Morgan, es la primera novela de una serie romántica que transcurre en un mismo escenario: Snow Crystal Resort. Me ha gustado mucho. Es sencilla pero muy bonita, una historia romántica ambientada en Navidad y en las montañas de Vermont, con mucha química, encanto y chispa.
Tan solo un segundo, de Virginia S. McKenzie, es un libro que me ha costado mucho leer y que he terminado un poco por pura cabezonería. Creo que hay que ser muy fan del patinaje, ser muy joven y tener pocas lecturas a la espalda para disfrutarlo. Estoy segura de que habrá muchas personas a las que les habrá gustado porque no es que la novela sea mala, pero desde luego cojea en demasiados puntos para gustar a lectores empedernidos y experimentados.
Valle de sueños, de Beatriz Manrique, es una novela romántica ambientada a finales del S. XIX en EEUU. Es una bonita historia con una pareja con mucha química y el principio de una serie que ya me tiene deseando leer la siguiente entrega.
P.D. Todavía te quiero, de Jenny Han, es la segunda entrega de una serie juvenil que comienza con A todos los chicos de los que me enamoré, de la que ya os hablé hace unos meses. Es novela para adolescentes. Es de fácil lectura, amena y agradable. No busquéis más, es lo que es. Pero si tenéis que hacer un regalo para una chica adolescente o preadolescente a la que le guste leer, es una lectura más que entretenida.
Jardín de invierno, de Kristin Hannah, es una emotiva y preciosa novela que me ha gustado mucho leer, aunque en algunos momentos cuente episodios duros. Es una historia de mujeres fuertes, de relaciones humanas y de traumas del pasado. En la sinopsis oficial, para mi gusto, por un lado cuentan demasiado y para otro confunden sobre el tema de la novela. Por eso no haré mas referencia a ella, solo decir que aunque no es lo que dice ser me ha gustado mucho.
Un extraño en casa, de Shari Lapena, es una novela de intriga muy bien armada. Con giros creíbles y una final interesante. Sin trampas. Sin morbo gratuito. Sin elementos desagradables. Con un misterio que va avanzando por derroteros inesperados para llegar a la sorpresa final que tiene todo el sentido y no toma por idiota al lector, algo que no soporto en esos thrillers que se sacan finales de la manga engañosos. Imaginaba que me gustaría porque ya disfruté de La pareja de al lado, de la misma autora.
Nunca me olvidé de ti, de Brenda Novak, es una nueva entrega de su serie Silver Springs, ambientada en la población del mismo nombre. Una historia bonita, que engancha y que es para leer del tirón. Aunque tan previsible como puede serlo una novela romántica tipo y con un final un poco brusco es muy agradable y deja muy buen sabor de boca, pero con ganas de un poco más.
Notas para Grace, de Brittainy C. Cherry es una emotiva historia llena de claroscuros y un mensaje de esperanza en forma de novela romántica. Es una trama con momentos duros y personajes al borde del abismo, que aunque fácil de leer no es para todos los público por la carga emocional que puede generar. Si no estás dispuesto a sacar la sábana, porque el pañuelo de poco te va a servir, mejor pasa a otra lectura.