El último tren a Estambul, de Ayse Kulin, es uno de los últimos libros que he leído. Un día después de empezarlo comenzó la última escalada de violencia en Oriente Medio, y ha sido un poco extraño combinar esta lectura basada en hechos reales y ambientada hace casi 80 años con las noticias actuales.
Demelza es la segunda novela de la serie Poldark, de Winston Graham. Si hace unos días os hablaba de la primera, Ross Poldark, esta no me ha gustado menos. Como ya había visto la serie y leído la anterior, ya sabía bien a qué atenerme. He disfrutado mucho con esta lectura, solo me apena que no haya más libros de la serie publicados en castellano. No termino de entender el motivo.
Ross Poldark, de Winston Graham, es la primera novela de la serie Poldark. Se han hecho varias versiones para televisión de esta saga, la más reciente comenzó a emitirse en 2015 y está protagonizada por Aidan Turner. Cuando estaba viendo la serie de televisión me animé a comprar los primeros dos libros, los únicos que en estos momentos se pueden comprar traducidos al castellano de esta serie con la intención de leerlos más adelante, para no comparar en exceso.
Los aromas perdidos, de Charlotte Link, es la segunda novela de la serie que comienza con La estación de las tormentas. Una continuación que tenía muchas ganas de leer y que me ha dejado con ganas de continuar con la tercera.
Delitos de familia, de Tove Alsterdal, es la primera novela de la serie Costa Alta. Es novela negra nórdica ambientada en una zona rural de Suecia que en su día fue una potente zona maderera. Es una novela que me ha gustado mucho y tiene un final sorprendente , cosa que siempre se agradece.
La oscura luz del sol de medianoche, de Cecilia Ekbäck, es una novela de intriga difícil de clasificar. Hace tiempo ya leí de esta misma autora su novela El invierno más largo y mantiene ese estilo, aunque la historia es muy diferente.
La niña del andén, de Gill Thompson, es una de las últimas novelas que he leído. Aunque visto el título, sinopsis oficial e ilustración de portada creí que el tema central eran los viajes de los niños de la guerra desde Europa continental hasta Gran Bretaña, lo cierto es que esto es solo una pequeña parte de lo que cuenta la novela.
La villa de las telas, de Anne Jacobs, es la primera novela de una serie de bestsellers. y ha sido una de mis últimas lecturas. Una novela de la que esperaba más, visto su éxito. Pero que me ha resultado entretenida sin más.
El Ruiseñor, de Kristin Hannah, es una novela que tenía ganas de leer hace tiempo. Y por fin lo he hecho. Ya había leído y disfrutado otras novelas de esta autora, como Volverás a Alaska o Jardín de invierno. Y son muchas las personas que habían recomendado leer El ruiseñor, así que estaba claro que tenía que ser la siguiente. La verdad es que me ha gustado muchísimo.
Dime quién soy, de Julia Navarro, es un best seller mundial. Hace tiempo que tenía ganas de leerlo pero lo había ido postponiendo. Hace unos meses vi la serie del mismo nombre, algo sobre lo que ya publiqué en series de tv basadas en novelas que merece la pena ver. He alargado un poco el momento de leer el libro para no tener tan recientes las imágenes y así adentrarme mejor entre sus páginas, más libremente, tratando de evitar comparaciones.
Jardín de invierno, de Kristin Hannah, es una emotiva y preciosa novela que me ha gustado mucho leer, aunque en algunos momentos cuente episodios duros. Es una historia de mujeres fuertes, de relaciones humanas y de traumas del pasado. En la sinopsis oficial, para mi gusto, por un lado cuentan demasiado y para otro confunden sobre el tema de la novela. Por eso no haré mas referencia a ella, solo decir que aunque no es lo que dice ser me ha gustado mucho.
Las chicas desaparecidas de París, de Pam Jenoff, es una novela inspirada en hechos históricos: la desaparición sin rastro de algunas mujeres que fueron enviadas en plena 2ª Guerra Mundial por Gran Bretaña a Francia para actuar como operadoras de radio en la clandestinidad. Unos hechos de los que no se sabe mucho ya que el programa siempre estuvo oculto y las mujeres que formaron parte de él no llegaron a tener consideración oficial como soldados o espías.