Que me encantan las novelas de Judith McNaught no es nada nuevo. Las históricas las he disfrutado y las contemporáneas, aún más. Tenía pendiente de leer “Paraíso robado”, que está descatalogada hace años pero que me han prestado y me ha encantado, todo un señor novelón de más de 800 páginas que he leído en dos días y media mañana, porque no podía soltarlo, tan enganchada estaba a la historia.
La novela comienza en 1973, cuando Meredith Bancroft es una preadolescente poco agraciada físicamente, quien no consigue hacer amigos en el colegio ni tampoco entre los vástagos de las más acaudaladas familias de Chicago, el tipo de gente con la que se codea. Sus padres se divorciaron siendo ella poco más que un bebé y desde entonces vive bajo la tutela del padre, un hombre conservador y amargado que vive para los negocios y con el temor de que Meredith pueda parecerse alguna vez a su bella, frívola e infiel madre.
Con los años, Meredith florece y se convierte en una muchacha de un gran atractivo, de belleza serena y personalidad tranquila, una chica formal que sueña con suceder un día a su padre en los negocios al frente de los Almacenes Bancroft. En una fiesta conoce a Matt Farrell, un chico unos pocos años mayor que ella, de extracción humilde, que ambiciona superarse y que tras estudiar y gracias a su trabajo espera ser un hombre de negocios próspero en el futuro. Cuando en la fiesta varios invitados provocan al joven y se ríen de él por su origen, Meredith recuerda las desdichadas fiestas de su infancia y se alía con Matt para a su vez reírse de los prejuicios de los otros. Es así como ambos jóvenes comienzan su relación, una relación que hará que el padre de Meredith estalle en cólera ante quien cree un caza fortunas que pretende engañar a su hija y haga todo lo posible para separar a ambos.
Las circunstancias y los engaños logran que Meredith y Matt se separen de una manera dolorosa para ambos, cada uno lleno de reproches hacia el otro, sintiéndose heridos de tal modo que éste persiste en el tiempo de un modo tenaz y cruel. Durante años viven separados, sin saber mucho el uno del otro, pero un día la vida decide volver a ponerles frente a frente.
Han pasado los años y ninguno de los dos es el mismo de antaño. Meredith ya no es una muchacha ingenua y solitaria, es una atractiva mujer al borde de los treinta, directiva de la empresa familiar y comprometida con un hombre de su mismo extracto social al que conoce desde niña. Matt es un tiburón de los negocios, un millonario atractivo al que la prensa no deja de atribuir romances y aventuras. El destino parece darles una segunda oportunidad pero la amargura, la infelicidad, el estigma de su pasado en común no hará más que entorpecer el camino a la reconciliación de una pareja que nunca debió haberse separado.
La novela es preciosa, impresionante. Una comienza a leer y cuesta (y mucho) aparcar la lectura porque desde las primeras páginas te engancha y cuanto más lees, más quieres leer. Si no fuera por sus más de 800 páginas, sería la típica novela para leer del tirón, porque resulta complicado tener que aparcarla sin haberla terminado, una está deseando volver a cogerla para seguir leyendo un poco más.
Los protagonistas parecen de carne y hueso, no son estereotipados, y sobre todo en lo que a los protagonistas se refiere, es muy sencillo sentir empatía con ellos. En cada una de las fases de la novela.
También es sencillo que el padre de Meredith nos caiga como el culo (no puedo decirlo más finamente, me muerdo la lengua para no decirlo con otras palabras). Si uno es benévolo puede justificar sus actos por el amor a su hija pero la verdad es que sea por el motivo que sea es un manipulador, que a menudo resulta odioso.
Con lo que os he contado del argumento creo que ya os podéis hacer una idea de la trama, no voy a desentrañar más de ella porque sería cargarse el libro, sólo deciros que si se os pone a mano la novela no la dejéis de leer, porque Judith McNaught lograr arrastrarnos con su narración, hace que seamos partícipes del devenir de Matt y de Meredith, de sus subidas y bajadas, sus buenos y malos momentos, de lo mejor y lo peor de su vida. Y lo hace de un modo magnífico, en una preciosa novela.
Publicada en España por Cisne, consta de 811 páginas.
Pues otro que me apunto para la tienda de segunda o tercera (o más!) mano, porqué me han entrado unas ganas tremendas de leerla!!!
Gracias por compartir estas lecturas :o)
besos,
Palmira
Si, porque tiene ya sus años. Me ha encantado, si hasta me ha dado pena que se acabase y eso que pasa de las 800 páginas.
Besos.
Yo lo conseguí de segunda mano y me encantó, aunque el final en lo que se refiere al padre me pareció demasiado increíble, por lo demás una pedazo de novela.
Es verdad que peca un poco de “buen-rollismo” para que acabe bien en ese sentido. Yo es que le he cogido una manía a ese personaje, de mucho cuidado, jajaja.
Un beso.
Quisiera comprar el libro de las manos que sean,
si sabeis de alguien me gustaria que me pusierais en contacto.
Muchas Gracias.
Si alguien me dijera seriamente que lo tiene en venta te pasaría su correo, aunque no me responsabilizo de lo que acordéis entre vosotros.
Saludos.
Me gustó bastante esta novela, en una segunda lectura. La recomendaría a todos los lectores de romántica, asumiendo que son muchas páginas y muy detalladas. Ahora ya se puede conseguir en digital por menos de 6 €. El papel segunda mano sigue estando a precios poco serios.
No sabía que estaba disponible en ebook, que bien, pensé que estaba descatalogado por completo.
Saludos.