Las luces de Assam, de Janet MacLeod Trotter, ha sido mi última lectura. Es la primera entrega de la serie Aromas de té, aunque puede leerse de modo independiente. Es una novela que no sé exactamente con qué etiqueta calificar o en qué género encuadrar, aunque quizá a lo que más se asemeje sea al landscape “a la inversa”. Oficialmente lo encuadran en sagas familiares de ficción, y en cierto modo puede serlo aunque no abarca ni una generación entera.
Colinas de Assam, India, 1904. Clarrisa Belhaven (que no Clarissa, a pesar de lo que ponga en casi todas las sinopsis) vive con su padre alcohólico y su hermana menor en una plantación de té en decadencia. Desde la muerte de la madre 7 años atrás en un terremoto, el padre ha ido decayendo y con él la plantación. Hasta que una desgracia recae sobre la familia y la joven y su hermana menor, Olive, deben viajar a Newcastle a vivir con unos familiares.
La vida en Gran Bretaña poco tiene que ver con la que las chicas han llevado en la India. Ni las costumbres, ni su estatus, ni el paisaje, ni la vida cotidiana tienen nada que ver. En los primeros tiempos, sólo pueden pensar en el modo de regresar su anterior hogar, pero poco a poco van siendo conscientes de que lo verdaderamente importante es sobrevivir cada día y tratar de llevar una vida mejor.
La novela me ha gustado mucho. En principio, por la sinopsis ofrecida, creí que se trataba de una novela romántica histórica. En realidad no lo es. Tampoco me ha importado, porque me ha gustado mucho y he disfrutado con su lectura.
Si tendría que definir la novela y la trama en pocas palabras, diría que es la historia de una mujer fuerte que no se rinde aunque las cartas que le toquen en la vida no sean buenas. Una mujer que va haciendo frente a los avatares de la vida con decisión y coraje, sin dejar que la sobrepasen los acontecimientos, consciente de que hay cosas contra las que no es posible luchar, pero otras por las que sí merece la pena hacerlo.
La protagonista no es solo la hija de un colono británico en la India de principios del S. XX, sino también de una mujer mitad inglesa, mitad de India. Clarrie tiene algún rasgo físico propio de sus orígenes indios, que no son visibles del mismo modo en la pequeña Olive. No es que esto sea determinante en el transcurrir de la novela pero es algo más a lo que en determinados momentos o ante cierta gente debe hacer frente la joven.
Si sueles leerme habitualmente, ya sabes que no me gusta destripar mucho de las novelas que leo, porque me gusta disfrutarlas sorprendiéndome a cada página (y no solo por las cuestiones relevantes de la trama). Por ello también me gusta respetar que los demás puedan disfrutarlo así. Por eso no diré mucho más salvo que me ha gustado leer una novela ambientada en los inicios del S. XX que transcurre a lo largo de varios años, hasta más allá del término de la 1ª Guerra Mundial. No son muchas las novelas que he podido encontrar cuya trama transcurra en esta época, parece que abundan mucho más las que son algo anteriores o las que ya se adentran en los tiempos previos a la 2ª Guerra Mundial.
Las luces de Assam es una apasionante novela, me ha gustado mucho y lo he leído con ansia por ir sabiendo qué ocurriría en el capítulo siguiente. Iré leyendo los siguientes.
