La liebre blanca, de Merie Briffa, es la última novela que he leído. Es la primera entrega de una saga familiar que transcurre entre Cornualles y Australia, a mitad del S. XIX. Una historia apasionante… aunque con algún que otro pequeño “pero”.
Cornualles, 1844. Una tarde cualquiera, Meggan Collins, de 12 años de edad, ve una liebre blanca; un reconocido augurio de mala suerte, el aviso de que algo terrible va a ocurrir, si había de hacer caso a las supersticiones del lugar. No es la única visión impactante que tiene ese día. Días después, ocurre una tragedia familiar.
El padre de Meggan, Jefe de equipo en una mina del pueblo, decide que lo mejor para la familia tras lo ocurrido es emigrar al sur de Australia. El viaje cambiará la vida de todos los miembros de la familia.
Tengo la terrible manía de no querer leer reseñas de libros que sé seguro que quiero leer, salvo que estén publicadas por personas que sé que nunca cuentan demasiado de la novela. Siempre me da miedo que me cuenten de más y me estropeen la lectura. Eso es bueno a veces, pero otras no. En el caso de La liebre blanca, por no querer leer casi nada más que la sinopsis, hasta el final de la misma no supe que ésta era la primera novela de una serie. Y que en España no se han publicado las demás. Podría pensar que van a publicar las siguientes en un futuro, pero esta novela se publicó en España en 2014, así que parece poco probable que ocurra.
Así que el final abierto, tan abierto de esta novela, que iba a ser mi primer “pero” no tiene sentido, dado que no es un final abierto, es un “continuará”. Uno, que probablemente para mi sea “hasta aquí puedo leer”.
La novela, del género landscape, nos acerca a la vida de un grupo de personas, como colonos en la todavía joven Australia. Sueños y realidades no siempre convergen. La vida es dura; a veces inesperadamente ocurren cosas terribles, pero también en ocasiones la vida gira hacia un lugar mejor de lo esperado.
No puedo decir que sea una novela novedosa, ni la mejor que he leído de este estilo. En ocasiones, durante la lectura, he tenido la impresión de que todo avanzaba demasiado deprisa. Y también de que lo que estaba leyendo se parecía demasiado a algunas novelas que había leído anteriormente. Son las dos cosas que han hecho que no haya disfrutado tanto de este libro como había esperado.
Del tema del final-no-final solo puedo culparme a mi misma por no haberme informado debidamente antes.
Y tú, ¿conoces esta novela? ¿Qué te ha parecido?
Eso nos pasa a veces… hace poco compré una novela sobre egipto… sin darme cuenta que era la 3ª de 4… claro que todo me sonaba elíptico jejeje
a lo mejor por internet encuentras las entregas siguientes via suramérica?
Besos,
Palmira
A ver, porque parece que fue una novela con cierto éxito, igual si que se puede dar con él, probaré.
Un beso.