Series: Caballeros Medievales #01
La autora americana Claudia Dain es muy conocida en EEUU, e incluso dos de sus novelas han estado nominadas a los premios RITA, pero en España aún es una autora prácticamente desconocida. “La propiedad” es la primera novela suya que leo, y aunque es entretenida y te engancha desde el principio, lo cierto es que no es nada del otro mundo.
Inglaterra, 1155. William le Brouillard, normando de nacimiento, es premiado por el rey Henry por sus servicios con la propiedad de Greneford, y eso incluye castillo, tierra, siervos y la joven dama huérfana que hasta ahora ha sido dueña del lugar y que se convertirá de forma casi inmediata en su esposa. No espera encontrar un lugar próspero después de tantos años de guerra y caos, y no lo encuentra. Pero si que se encontrará con alguna que otra sorpresa inesperada y no muy agradable en relación a la bella y distante Cathryn, con quien se desposa.
La noche de bodas no resulta ser tal y como William había esperado. ¿Cómo será la vida entonces en Greneford para ambos esposos desde ese momento?
Aunque es una novela amena, una hecha de menos una mayor profundización en los personajes y que la historia esté más trabajada. Seguramente la leas del tirón, pero casi seguro que unos días después de leerla ya la hayas olvidado por completo. Una no deja de sentir que le falta “algo”, a pesar de que se lea muy fácilmente. Seguro que os ha pasado con más de una novela; a mi me ha ocurrido muchas veces. Vas leyendo y parece que lo disfrutas pero va creándose un poso de duda que al final termina por aguarte la lectura.
A ver, que dicho así parece que no me ha gustado nada y no es así. La novela no está mal, pero qué queréis que os diga, bien tampoco. ¿Definiéndola en una palabra? Entretenida. Pero poco más.
En España podéis encontrarla editada por Terciopelo, consta de 313 páginas y su precio es de 17 euros.
Pues jamás había oído hablar de la autora y la verdades que por el precio del libro no me arriesgaría a leerla si no tuviese buenísimas referencias de ella. Besos
Lola, pues eso que te ahorras. Es entretenida, pero poco más.
Un beso.