Hace unos años, cuando la película “Camino” se estrenó y tuvo tantísimo éxito por una serie de cuestiones personales no tenía yo cuerpo (ánimo, ganas, entereza…) para enfrentarme en la pantalla con una película protagonizada por una niña con una enfermedad terminal. Ha pasado el tiempo y el director de la película, Javier Fesser, junto a Claro García, convierte la historia en una novela, “Los días de colores“, que, ahora si, me he decido a leer. Y me alegro mucho de haberlo hecho a pesar de los momentos tristes que se viven, porque es una lectura que merece la pena. Busco adjetivos que la describan y me resulta complicado dar con los que mejor lo hagan, pero algunos vienen rápidamente a mi cabeza: una historia valiente, emotiva, sensible (pero no sensiblera), tierna, crítica, y también esperanzadora; siempre se puede terminar abriendo los ojos a la vida real y escapar de la manipulación o de la dejadez que a menudo está emparentada con la comodidad y/o la inercia.
Camino tiene 12 años y aparentemente, toda la vida por delante. ¿Pero cuánto tiempo es toda la vida? Hay para quien apenas unos meses, como su hermanito, al que los ángeles (eso dice su madre, Gloria) se llevaron junto a Dios cuando todavía era un bebé. Al borde de la adolescencia, las primeras inquietudes y el primer enamoramiento se ven mezcladas cruelmente con la enfermedad, el dolor y, tal vez, la muerte.
La novela habla de muchas cosas y a la vez es complicado hablar de todo lo que habla sin desvelarla entera, si es que todavía queda alguien que no sepa de qué trata. Es un canto a la vida y al derecho de cada uno de decidir por si mismo, sin manipulaciones externas que transformen la realidad y estrangulen la voluntad. Es una crítica a los tejemanejes internos y el funcionamiento sectario del Opus Dei. Es la historia agridulce de una niña que desprende luz aunque esté rodeada de sombras, de una madre a la que la fé aleja de la realidad (y que en nombre de dicha fé manipula la realidad de aquellos a los que dice amar), de un padre que se resigna y no encuentra el modo de salir de la inercia en la que lleva ya demasiados años metido, de una hermana que cree haber encontrado su sitio sin saber que sólo es una pieza más en un engranaje de poder, dinero y gloria que otros entretejen por ella. Pero también habla de la fuerza que puede dar el primer enamoramiento de una niña, de la esperanza de poder despertar de nuevo a la realidad en un instante, de las buenas amistades y de las que lo parecen más que otras pero realmente no lo son.
Es complicado para mi decir por qué me parece un buen libro y por qué me parece interesante leerlo, porque hay cosas que me resulta difícil decir con palabras, pero es que es complicado poner nombre a aquello que nos mueve los sentimientos. Es una historia valiente, una crítica certera, y también es una historia de personajes que llegan muy dentro, unos personajes que quizá por oposición o por empatía (porque según los personajes ambos sentimientos se viven con fuerza durante la lectura) nos pueden hacer reflexionar sobre muchas más cosas de las que aparentemente se cuentan en sus páginas. Leerlo merece mucho la pena.
La novela consta de 550 páginas, está publicada por Planeta y su precio de venta es de 20,50 euros.
Marhya, yo nunca he oído hablar de esta película. La verdad es que las historia stan crudas e intensas como parece ser esta me afectan mucho y casi prefiero no verla, aunque no dudo que debe ser preciosa y conmovedora. Un beso
Lola, yo la película no la he visto, el libro la verdad es que ha sido empezarlo y casi no parar de leer (digo casi porque es lo suficientemente largo para no poder leerlo del tirón). Yo sé que no te gusta nada cuando los niños sufren, en realidad el sufrimiento de la niña no es protagonista, es complicado hablar del libro sin contar todo en una frase porque es o eso o estar comentando horas, pero creo que la historia que cuenta merece la pena. Conmovedora no sé si es la palabra que la defina, preciosa creo que tampoco, pero es interesante, atrevida, valiente, tierna, sensible…
Besos.
Pues ni he leído el libro, ni he visto la peli. ¡que desastre!, tengo que ponerle remedio!
Gracias
Chelo, anímate y me cuentas.
Un beso.
Yo tampoco quise ver la película porque estaba de bajoncillo y no me encontraba con fuerzas.
El libro me lo voy a apuntar y lo dejo en pendientes para cuando termine los que tengo por leer.
Besinos guapa.
Ya me contarás, Bego.
Besos.
Pues yo sí vi la peli en su momento y me pareció muy buena.
Habrá que ponerse con el libro, seguro que los autores dan más matices a los personajes que pueden resultar muy interesantes.
Besotes!!!
Polita, pues no puedo hacerte la comparación pero seguro que si, porque una novela suele dejar más lugar para ello. Si te animas ya me contarás, pero si la película te gusto yo creo que te va a gustar mucho.
Besos.
Me uno al club de las que no hemos visto la película. No sabía que había un libro pero por lo que comentas a pesar de ser algo tristón vale la pena leerlo. Me lo apunto por si lo encuentro en la librería.
Welzen, seguro que lo encuentras sin problema porque ha salido a la venta este verano. Ya me contarás.
Besos.