Sangre de barro, de Maribel Medina

Hace poco, ojeando algunas páginas de editoriales, me fijé en la novela Sangre de barro, de Maribel Medina. El propio título y la frase que venía debajo (a veces la ambición tiene un precio muy alto) junto con la portada (una mujer vestida con ropas deportivas, corriendo dentro de un entorno cautivador), atrajeron mi atención. Después leí la sinopsis, y me entraron unas ganas locas de leerlo.

En el centro deportivo de alto rendimiento de Les Diablerets, en los Alpes suizos, una joven atleta aparece muerta en su cama. Se llamaba Úna. La forense encargada de la autopsia, Laura Derraux, no encuentra nada anómalo en su examen; claramente se trata de una muerte súbita a todas luces natural. Sin embargo, es la quinta chica que en pocos meses muere en el centro de muerte natural, y siendo mujeres jóvenes, deportistas y controladas por médicos en su día a día, no puede considerar que dichas muertes sean fruto de la naturaleza o la casualidad. Está convencida de ello, y de que probablemente todo tenga que ver con el mundo del dopaje, pero la policía no la escucha. Al fin y al cabo, ella misma ha certificado que se trata de muertes naturales.

Thomas Connors, irlandés de nacimiento, trabaja en el centro que la Interpol tiene en Lyon. No es un policía de campo ni lo ha sido nunca; ahora se dedica al trabajo administrativo de alto nivel y empezó como perfilador del FBI, cuando aún era profesor universitario. Es un tipo que espera poco de la vida, que no se quiere comprometer en lo personal más allá del sexo y que disfruta con su trabajo sin obsesionarse con él. Hasta que un día recibe la llamada de una antigua novia de la adolescencia, quien le pide dado su cargo que repatrie a Úna, su hija, a Irlanda, ya que la joven ha fallecido en Suiza, no muy lejos de Lyon, y ella se encuentra en el hospital sin poder viajar.

Laura ve en Thomas Connors la oportunidad de ser escuchada en sus dudas. Sin embargo él poco puede hacer. “Pero si ocurre de nuevo, llámeme”, le dice. Y pocos meses después, otra joven procedente de Les Diablerets llega a la sala de autopsias; Irina.

Janik Toledo es un joven atleta suizo que ha conseguido una plaza en el centro de alto rendimiento de Les Diablerets. Secretamente enamorado de Irina, sabe más de lo que está dispuesto a contar. Pero no imagina que él mismo tendrá, un día, que decidir qué precio está dispuesto a pagar por alcanzar la gloria en el deporte.

El tema, la trama, los personajes, la ambientación… hacen que una se enganche rápidamente a la novela y ya no pueda parar hasta llegar al final. Acción, intriga, el momento personal (e íntimo) de los distintos personajes… todo suma para lograr una novela redonda.

El tema del dopaje (y no únicamente ello) es el tema principal de la trama, un tema que daría mucho para hablar, que mueve dinero a espuertas y sentimientos personales, que juega con los sueños de algunos sin importar lo que pierdan por el camino en ello, Y no sólo hablo de deportistas profesionales, también de mindundis de gimnasio y gente de todo pelo que se deja engatusar por la posibilidad de obtener una (aparente o real, según el caso) mejora física sin pararse a pensar que todo tiene un precio y que las consecuencias para su propia salud pueden ser terribles.

¿Quién está detrás de las muertes ocurridas en Les Diablerets? ¿Se dejará tentar Janik por la posibilidad de tener una ayuda extra para triunfar en el deporte? ¿Podrán Thomas y Laura descubrir la verdad que buscan?

Me parecía muy interesante (y lo ha sido) leer sobre el tema del doping, sobre las mafias y los gobiernos, sobre el ansia de los deportistas y las empresas que buscan publicidad, sobre los sentimientos de los aficionados al deporte al respecto. Pero también meterme en una novela de intriga, Sangre de barro,  con personajes que no son policías al uso y que tienen sus motivaciones, sociales y personales, para tratar de sacar la verdad a la luz.

Los personajes que más evolucionan a lo largo de la trama de Sangre de barro son los masculinos; Janik y Thomas. El primero es un chico apocado al principio, marcado por la muerte de su padre, temeroso, que tiene en el deporte su salvación. El segundo, un hombre aún joven, desencantado de la vida, con fobia al compromiso y aficionado al sexo. Ambos evolucionan personalmente a lo largo de la trama. Sin embargo, el personaje femenino principal, la doctora Laura Terraux, es un personaje que de principio a fin tiene las cosas claras en su vida y los hechos, la investigación, no cambian su forma de ver la vida, ni su forma de ser o sentir, ni su comportamiento. Yo diría que es el personaje fuerte de la novela, aunque en apariencia lo sea Thomas.

En fin, no quiero enrollarme demasiado, contar de más ni irme por los cerros de Úbeda. Simplemente os diré que me ha gustado mucho y que me parece una novela recomendable para disfrutar de una lectura apasionante. Incluso aunque no te guste el deporte pero, sobre todo, si te gusta. Y, por supuesto, si te gusta la novela de intriga.

Publicado por Maeva, Sangre de barro consta de 392 páginas y su precio es de 18,90 euros en formato libro y de 9,99 euros en formato ebook.