Esta es la segunda novela que leo de Raquel Rodrein (aquí la primera), una historia que transcurre a lo largo de tres generaciones y varios países y que se ve bien elaborada y muy trabajada: “La herencia de la rosa blanca”. En general me ha gustado bastante aunque en el plano de la apreciación personal (y, lo sé, es meramente cuestión de gustos) me parezca que se deja demasiado en las manos del destino y bastante poco en la de la voluntad y el tesón de los personajes.
A lo largo de tres generaciones, la vida de cuatro familias se va entrecruzando. Desde la 2ªGM, cuando Edward O´Connor pierde a su amada esposa Erin de la peor manera, y hasta el S. XXI en el que los protagonistas son sus nietos, recorremos los avatares no sólo de esta familia si no de otras cuyas vidas están destinadas a entrecruzarse una y otra vez.
La novela hay cogerla con tiempo y no sólo porque enganche. Al menos, las primeras páginas sería interesante leerlas del tirón o con las menos interrupciones posibles, pues es cuando se da a conocer a los personajes y hay gran baile de nombres y fechas que podría ser una locura si se lee a trompicones o ratitos. Luego la cosa se calma, ya conocemos a los personajes y se les va dedicando más tiempo con menos saltos a lo largo del mismo. Es una buena opción de lectura para las vacaciones.
Como decía anteriormente la novela me ha enganchado pero también me ha quedado la espinita de que es el destino quien lo puede todo y quien casi todo lo maneja. Las personas en muchas ocasiones parecen estar mucho más en las manos del destino que en las suyas propias e incluso se abandonan sin pudor a él, dejando así la voluntad de lado. Esto, evidentemente, no tiene que ver con la calidad de la novela si no con mis gustos personales, pero en varias ocasiones a lo largo de la novela (y sobre todo en el último tercio de ella, lo que correspondería a los años ´90 y a partir del 2000) lo he pensado.
La novelarecorre de mano de los diferentes personajes, épocas y países, desde los ojos de un niño que a principios del S. XIX emigra a EEUU desde Irlanda, hasta la época actual, caminando por países como Italia, Francia o Alemania, entre otros.
Es complicado hablar de los personajes sin desvelar demasiado, sobre todo porque hablar de unos sin nombras a otros resulta imposible y terminaría contando de más. Pero lo resumiré en que las buenas personas también pueden cometer actos deleznables llevadas por el afán de venganza, convirtiéndose así en parte en alguien más parecido a su enemigo de lo que le gustaría, personas débiles pueden dejarse caer del lado del bien como del mal a través de sus acciones y sentimientos a lo largo de su vida, las malas personas no son capaces de dejar de serlo con el tiempo y hay personas de firmes valores morales que mantienen intactos a lo largo de toda su vida. Y a todos ellos y alguno más encontramos en “La herencia de la rosa blanca”.
En definitiva, estamos ante una novela interesante, que engancha y que nos tiene en vilo durante sus 643 páginas. Está publicado por Roca Editorial y su precio es de 22 euros.
Es el tipo de novelas que me suelen enganchar, pero mejor la dejo de lado porque leer más de 20 minutos me es casi imposible a no ser que suceda algún milagro, y las vacaciones no van a mejorar las cosas, que nos llevamos el elemento perturbador :o))
Besos,
palmira
Tengo muchas ganas de leer esta novela, me encantó su portada y luego siendo una saga familiar sé que me va a gustar, a ver si la consigo pronto
besos
Ya tendrás tiempo cuando la peque crezca, que antes de que te des cuenta…
Un besote.
Tatty, la portada es muy sugerente, ¿verdad? A mi también me gusta.
Yo creo que te va a gustar.
Besos.
Me encantan estos novelones de sagas familiares. Creo que ya tengo lectura para este verano, aunque antes debo acabar la que tengo aquí y la de Noja. 😛
Besotes!!!
He leído otras críticas de esta novela y también son muy favorables. El argumento parece muy intersante, de los que enganchan. la tendré en cuenta. Gracias por la reseña.
Apúntatelo, Polita, que está muy bien.
Besos.
Lola, si tienes la oportunidad, creo que te puede gustar.
Besos.
[…] el número de personajes que aparecían. Es algo que ya en la anterior novela de la autora, “La herencia de la rosa blanca“, ocurría, así que casi podemos decir que es un sello de la autora. Pero hace que sobre […]