La serie 4 bodas de Nora Roberts no sólo me está haciendo disfrutar mucho con su lectura, también me está dando muy buenos momentos e ideas para mi sección "de cocina y literatura". Y qué te voy a decir de "Sabor a ti", la tercera novela de la serie, si además está protagonizada por la chef repostera de la empresa.
Nora Roberts aprovecha muy bien la profesión de la protagonista, Laurel, para mostrarnos su personalidad, los estados de ánimo del momento, la interactuación con otros personajes, lo que siente por otros de los personajes que pueblan la historia. Y todo mientras pone atención a los detalles, cocina, crea, trabaja…
Bueno, siendo Laurel la repostera de una boyante empresa de organización de bodas, siendo sus amigas sus socias y siendo su historia de amor algo con un el hermano de una de sus amigas-socias, ya podéis imaginar que muchas escenas transcurren en la cocina y trabajando. Y mientras la vida transcurre y las conversaciones también, ella diseña, amasa, glasea, decora, bate, espolvorea… En la novela aparece mucho el trabajo de repostería, las flores de cristal, las piezas de fondant, las masas, cremas y rellenos… Un trabajo bonito pero laborioso y, por supuesto, apetitoso. Y así asistimos a la preparación de delicias como un pastel de bodas que es un pastel de mantequilla y chocolate relleno de mousse de chocolate blanco y glaseado con chocolate, entre otras.
Pero la cocina de la novela es mucho más que eso; es una tarta de limón y merengue y otra de mermelada de cerezas que se hace por placer en vacaciones para disfrutar con los amigos, es la salsa de tomate casera que un nuevo amigo colabora cocinando, un trío de mini suflés dulces (uno de ellos de limón y otro de chocolate con una perla de nata montada) que un cocinero novel ofrece para impresionar a alguien a quien admira, son unas tortitas que se desayunan entre amigas y confidencias, unas galletas grandes con trocitos de chocolate para una sesión de fotos pre-boda o un pastel lathopita cuya receta familiar se ofrece en agradecimiento por un magnífico trabajo, entre otros.
He anotado un montón de platos en mi libreta de recetas de novela. Os dejo algunas de ellas para que se os pongan los dientes largos: solomillo de cerdo con salsa de miel y jengibre servida con patatas paja y verduras asadas a la nigoise, pargo con ragú de cangrejo salteado con una reducción de vino blanco y acompañado de arroz jazmín y espárragos, cerdo agridulce, rollitos de pollo rellenos de espinacas y queso, tortitas de patata o pastel de semillas de amapola relleno de mermelada de naranja glaseado con crema de mantequilla al Grand Marnier y coronado con fruta de temporada.
Ains, qué ataque de glotonería me entra al escribirlo todo seguido. ¿No te pasa a ti al leerlo?
