Hace tiempo que tenía pendiente de leer Nadie como tú, de Lola Rey, una novela que tenía muchas ganas de leer pero que también me daba mucha pena porque es la última de la serie Familia Colingwood y es una serie que he disfrutado mucho. También esta novela me ha gustado como las anteriores, un final estupendo para una serie preciosa.
André Collingwood es el único de sus amigos con inclinación al matrimonio, pero es el último de ellos en encontrar el amor. Cree haberlo encontrado en Susan, una joven hija de un rico plantador de té inglés en Ceilán, donde André lleva algunos de los negocios de la familia . Pero cuando un terrible incendio asola una de las instalaciones de la que es propietario y André trata de salvar a algunos de los empleados, sufre gravísimas quemaduras que le dejan al borde de la muerte y con parte del cuerpo y del rostro deformados, lo que provoca la repugnancia de Susan y su rechazo.
Físicamente recuperado (que no psicológicamente), André regresa a Inglaterra y se aísla en una pequeña mansión al borde del mar. No quiere relacionarse con nadie y menos aún volver a confiar en ninguna mujer, pero la joven ama de llaves que ha contratado para él su hermano, Caitlin, empieza a despertar en él sentimientos y sensaciones que creía imposibles de volver a revivir.
Aunque la novela es bastante previsible, debo mencionarlo, la verdad es que la historia es muy bonita y realmente no me ha importado, porque en realidad casi todas las novelas románticas lo son, ¿no? Y ya sabemos al empezarlas cómo terminarán.
El personaje de André, que ya conocimos en las anteriores novelas de la serie, me encanta y cuando leí la sinopsis de esta novela por primera vez, me dio mucha pena saber que iba a sufrir y que el personaje alegre se convertiría en un hombre dolido con sus circunstancias, atormentado por el dolor físico y el intangible. Pero eso le hace ganar en otros aspectos y sobre todo a la novela.
La protagonista femenina, Caitlin, es una joven humilde, hija de un vicario, trabajadora. Poco común en este tipo de historias y muy de agradecer. Claro que justamente tengo bastante reciente la lectura de “una prometida perfecta”, de Samantha James y es una novela tan buena en la que la protagonista es de aún menor clase social (y el protagonista de aún más alta clase social) que al final en la comparación pues ésta pierde, y me da mucha pena porque sé que si la hubiera leído en otro momento, menos cercana a esta lectura que comento, la hubiera disfrutado y apreciado mucho, muchísimo más.
Una de las cosas que más me ha gustado de la novela es volverme a encontrar con los personajes protagonistas de anteriores novelas de la serie, no como meros figurantes (aunque su aparición es escasa) sino como personajes que realmente pese a ocupar poco espacio en la trama tienen un peso importante en la misma. Es algo que me gusta de las series bien hechas, que realmente los personajes tienen esa continuidad, y me fastidian bastante las series que aprovechan sólo el nombre para unir libros que perfectamente podrían ser independientes.
También me ha gustado mucho ver que el personaje de André no está tan atormentado como esos personajes que atormentan hasta a quien los lee, simplemente es un hombre que pasa por un mal momento de su vida, y ahí es su caracter (el que ya nos mostró la autora en otras novelas de la serie) el que al final prevalece, aparcando lo peor de su lado y recuperando ese espíritu que tanto nos gustó antes y que nos encandila ahora.
Si os han gustado las anteriores novelas de la serie Collingwood no dejéis de leer esta y si aún no habéis leído ninguna, os animo a hacerlo porque es una serie preciosa, llena de sentimiento.
“Nadie como tú” está publicada por Vestales. En España puede encontrarse en versión Kindle.
