Te esperaré solo a ti es la tercera entrega de la serie Blue Heron, de Kristan Higgins. Una novela fresca, bonita y encantadora para leer del tirón. Sin pretensiones. Lectura por puro placer.
Colleen O´Rourke, a la que ya conocimos en las anteriores novelas de la serie como la mejor amiga de Faith desde la infancia, es la protagonista de esta novela.
Colleen es, junto a su hermano gemelo, dueña del bar más popular de Manningsport, una pequeña población de Nueva York de poco más de 7000 habitantes. Es experta casamentera y disfruta uniendo personas que, a su parecer, hacen muy buena pareja. De hecho, ya hay varios peques que llevan su nombre gracias a que ayudó a unir a sus padres.
Sin embargo, a sus 31 años, Colleen sigue sola. Por muy atractiva y popular que sea, por mucho que le guste coquetear y conozca a todo el mundo. Años atrás le rompieron el corazón, y no ha dejado que nadie vuelva a ponerlo en peligro. El problema llega cuando el rompe corazones regresa momentáneamente al pueblo… Y Colleen no sabe si podrá evitar volver a enamorarse de él, si es que alguna vez dejó de estarlo.
Lucas regresa a Manningsport después de varios años fuera. Su tío Joe se está muriendo y le ha pedido que pase con él sus últimas semanas de vida. Lucas no se ha podido negar. Cuando su padre murió y su hermana era demasiado joven para hacerse cargo de él, Joe le llevó a su casa con su esposa (una mujer odiosa) y su primo Bryce (un tontorrón con un enorme corazón).
La novela me ha gustado mucho, es muy bonita. Emotiva en ocasiones, divertida en otra, siempre con mucho encanto. Te esperaré solo a ti es sensible (que no sensiblera), romántica (que no cursi), y es difícil no leerla del tirón.
Colleen es un personaje que ya conocía de las anteriores novelas de la serie. Aquí sabemos más de ella y de su entorno. Es fácil empatizar con ella y, la verdad, también con Lucas, el otro protagonista de la historia. Además hay algunos secundarios muy divertidos. Aunque no todo sea alegría en la trama.
En resumen: es una historia amena y refrescante para leer por el simple placer de adentrarse en otros mundos y en la vida de otras personas.