Hay algo en tus ojos, de Amabile Giusti, es la segunda y última novela de la serie que comienza con Si me quieres no me dejes ir. Una novela en la que la autora tenía un reto importante; hacer que la antagonista de la anterior, la violenta y oscura Francisca, sea la protagonistas de esta historia romántica. Y es algo que logra sobradamente, porque rápidamente empatizamos con ella y con sus porqués, algunos de los cuáles ya conocíamos previamente al leer la primera.
Francisca no es un personaje blanco. Ha pasado por reformatorios, por la cárcel. Ha perdido todo aunque casi nunca ha tenido nada. Sin embargo alguien la echa una mano, una pareja que sabe ver tras su fachada y que una vez perdió un hijo al que no pudieron ayudar. Así Francisca puede empezar una nueva vida, pero sin desprenderse de la anterior, porque lo que se lleva tatuado en el alma no desaparece de pronto.
Con 25 años cumple uno de sus sueños. Matricularse en un curso de poesía en la universidad. Durante mucho tiempo la poesía le ayudó a sobrevivir. Y sin que lo sepa puede ayudarla a sanar sus heridas y a abrirse de nuevo a la vida, dejando el pasado donde debe quedar.
Byron Lord, un nombre ridículo fruto de su bromista madre enamorada del arte, la poesía y la vida, no espera mucho de la vida. A sus 30 años es relativamente feliz, después de malos momentos pasados. Y lo que menos espera es enamorarse, menos aún de una alumna, por más que no sea algo con lo que esté moralmente de acuerdo. Pero la vida a veces te pone enfrente a la persona que puede ser tu pareja en la vida. Y solo hay que atreverse a olvidar el pasado y dar un paso adelante.
Claro que ni Byron ni Francisca tienen ganas de abrirse ni de dar ese paso adelante. Porque el pasado pesa demasiado aún en sus vidas.
Hay algo en tus ojos no tiene la violencia y oscuridad de la primera novela de la serie, por más que Francisca también sea un personaje traumatizado, envuelta en la oscuridad. Es una historia diferente y toma su propio camino. Pero no es una novela blanca en la que cambiar de vida sea un camino de rosas.
Lo que más me gusta de esta novela, como de todas las que he leído hasta ahora de Amabile Giusti, es la forma de narrar de la autora. Su uso del lenguaje. Cómo te atrapa con las palabras. Y cómo es capaz de destilar y hacerte percibir sentimientos tan intensos en cada frase. Es sorprendente y me encanta. Sin ello estoy segura de que mi apreciación de esta y otras de sus novelas sería muy distinta y claramente más negativa.
Esto y la fuerza de los personajes es, para mi, lo más valioso de la novela. Y razón suficiente para leerla. Pero en esta sí que es recomendable haber leído la anterior para poder comprenderla en toda su magnitud. Merece la pena hacerlo o no se percibe de la misma forma. Si no tienes prejuicios y no esperas solo personajes felices y caminos trillados, te puede gustar. En caso contrario, no es lectura adecuada para ti.
Es verdad que la autora tiene una facilidad enorme para captar la atención del lector. De todas formas, esta novela no nos gustó tanto como la primera.
Aquí, Francisca es menos intensa que en la primera.