Por fin en mi propósito de leer algunos clásicos pendientes a los que tenía verdaderas ganas le llegó el turno a Matar a un ruiseñor, de Harper Lee. Me da pena no haberlo hecho antes, es la lectura perfecta para una adolescente con hambre voraz por leer. Pero nunca es tarde si la dicha es buena.
Matar a un ruiseñor, de Harper Lee: de qué va
Alabama, años 30. Jean Louis Finch, Scout para los suyos, es una niña de seis años huérfana de madre. No la echa de menos porque no la ha conocido. Vive con su hermano de 10 años, Jem, y el padre de ambos, Atticus, un caballero sureño de familia de abolengo con unas ideas poco convencionales para alguien de su posición. Por el día les cuida Calpurnia, una criada negra que se ocupa de ellos según los criterios de Atticus.
En el verano antes de que Scout empiece en la escuela local, los niños se divierten con toda la libertad posible en compañía del pequeño Dill, sobrino de una vecina. Su principal juego es averiguar qué misterio se oculta en una casa de su misma calle y si es cierto que en ella habita un hombre tal vez secuestrado por su propia familia o escondido por ella, Boo Radley. Su máxima aspiración esos días calurosos es hacerle salir de la casa.
Para unas pocas personas el abogado Atticus Finch no está educando bien a su hija, entre ellas su propia hermana. Aunque aún es pequeña, si quiere que sea la dama sureña que le corresponde ser, no debería jugar con tanta libertad, vestir un mono, actuar como un niño, ni saber leer a tan temprana edad. Pero para la mayoría es un hombre apreciado y simplemente es una niña sin madre que se divierte con su hermano y que ya tendrá tiempo de crecer.
Scout y Jem sienten un gran respeto hacia Atticus, a quien llaman siempre por el nombre, y nunca padre o papá. Sin embargo, tienen con él una cercanía poco común en las familias de su posición en ese lugar y época. Lo que pueda pensar él de lo que hacen les importa, lo que no quita para que decidan aventurarse en algunas cuestiones prohibidas. Scout no entiende por qué se parece tan poco a los padres de los otros niños y lo achaca a que es mucho más viejo que ellos y quizá por eso no bebe, juega, se pelea, ni caza, en casa prefiere leer y suele contarles cuentos cada noche al arroparles.
Cuando tiempo más tarde el juzgado le encarga a Atticus la defensa de un joven negro acusado de la violación de una joven blanca, todo cambia. Pocos entienden que Atticus de verdad pretenda defender a ese negro y no solo hacer que lo hace. A medida que se acerca el juicio Scout y Jem se verán envueltos en un ambiente que no habían imaginado, siendo cuestionados en la escuela y el vecindario, donde el otrora apreciado Atticus empieza a convertirse en algo así como un enemigo para la apacible forma de vida de la comunidad.
Mi opinión sobre la novela de Harper Lee Matar a un Ruiseñor
La película la vi no hace muchos años y me sorprendió que no era como imaginaba. No conocía la novela y creí quera Matar a un ruiseñor iba sobre un juicio, no esperaba el papel relevante de los niños.
Ahora que la he leído veo que Scout es la narradora y su importancia. Aunque al final de todas sus correrías y lo que ocurre el protagonismo lo comparte con su padre, Atticus, que si bien en la primera parte no parece tener un papel tan relevante como en la segunda, siempre está presente por cómo los educada, en las frases que dice y les hacen reflexionar, en cómo siempre tienen en cuenta Scout y Jem que va a actuar Atticus ante lo que ellos hagan.
El personaje de Scout, su desparpajo, libertad, inteligencia e ingenuidad me han encantado. La niña lectora y atrevida que es, hace de ella un personaje inolvidable. Y no puedo decir menos de Atticus, claro, quizá más por la edad que tengo y no lo apreciaría tanto si lo hubiera leído de cría.
Matar a un ruiseñor es una novela para disfrutar a cualquier edad. También es una de esas grandes historias de la literatura universal que sí se pueden disfrutar siendo un o una adolescente lector voraz, a diferencia de otras. Se lee con mucha facilidad y trata temas muy relevantes sin que parezca que lo está haciendo. Para mi, una lectura muy recomendable.
Antes de terminar quiero mencionar el prólogo. En la edición que he leído yo es de Vicente Molina Foix. Os recomiendo leerlo pero tras la novela y no antes. Me parece terrible dar por supuesto que todo el mundo ha leído ya la novela y es una relectura, empecé a leerlo y me di cuenta de que la estaba destripando por completo, así que la dejé para después. Contiene todo tipo de spoilers, así que si no conocéis la historia, mejor leer primero la novela.
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