La última novela que he leído es El invierno más largo, de Cecilia Ekbäck. Una historia que te traslada a otro lugar y otro momento de la historia, que te sumerge en un mundo y sociedad muy diferentes a nuestra realidad. Un libro para leer del tirón, o casi, acurrucada con una manta y dejándose llevar por la narración.
Suecia, 1717. Frederika y Dorotea, dos hermanas de 14 y 6 años, descubren el cadaver mutilado de un hombre cuando pastorean sus cabras. Hace pocos días que han llegado con sus padres, Maija y Paavo a vivir a la zona, un punto de la Laponia sueca al que han llegado desde su Finlandia natal.
Maija busca a los vecinos más cercanos a su pequeña granja, que se encuentran a muchas horas a pie, para alertarles del suceso. Pero las gentes del lugar no son muy amistosas y ella intuye secretos, rencillas y rencores. Empeñada en descubrir qué ocultan sus vecinos, quién es el asesino que se encuentra entre ellos y si su familia está en peligro, Maija va desvelando secretos y poniéndose en el punto de mira de sus nuevos vecinos.
En un lugar inhóspito en el que la vida no es fácil, en un país en guerra, en territorio lapón, con un marido con el que no puede contar y con la Iglesia intentado acabar con las creencias paganas de antaño, Maija se encuentra sola intentando poner luz en un mundo rodeado de oscuridad.
Y al mismo tiempo, Maija también tiene que luchar con el día a día en un lugar en que la supervivencia es difícil, teniendo que tomar el puesto de cabeza de familia, además.
La novela me ha atrapado desde el principio. Aúna novela negra, cierto misticismo, una mujer que lucha porque la verdad salga a flote al mismo tiempo que lucha por dar a su familia una vida mejor que la que han tenido hasta entonces. Todo ello ubicado en un momento de la historia en que ciertas prácticas medievales van quedando atrás, pero sin que se aprecie modernidad a cambio, en un lugar frío, desolador, en el que la mayor parte del año transcurre a oscuras. Una ambientación opresiva, a pesar de las extensiones abiertas en que a menudo transcurren las escenas.
No quiero contar mucho porque en este tipo de novelas es fácil contar demasiado. Pero es una lectura que me ha gustado mucho, me ha tenido en vilo y me ha resultando refrescante por lo diferente, aunque no se puede decir que sea refrescante precisamente lo que leemos, más bien todo lo contrario.
Maija y su hija mayor, Frederika, son las protagonistas principales de la novela. No se llevan bien, aunque en principio no sabemos muy bien el por qué, y eso hace que ambas luchen contra los mismos fantasmas pero a solas, sin la ayuda de la otra. Y sin ninguna otra ayuda, casi, en realidad. Son dos mujeres fuertes en un mundo inhóspito, lleno de oscuros secretos, de necesidad, de miseria, trabajo duro y hambre.
Una de las cosas que más me ha gustado es la forma en que está narrada la historia, lo que me hace apuntarme el nombre de Cecilia Ekbäck y esperar que publique alguna nueva novela.
Absolutamente recomendable.
Es una ubicación temporal y geográfica que desconozco por completo… pero si durante las vacaciones me cayera entre las manos seguro que lo disfrutaría!
Besos,
Palmira
Yo también lo desconocía todo de ese lugar y momento, Palmira.
Un beso.