Hace algunos años muchas marcas, incluidas marcas blancas, inventaron el pack familiar. Supongo que ya todos sabréis lo que es, pero por si acaso queda algún despistado, me refiero a esos packs de varios artículos en los que se reducía considerablemente el precio respecto a los artículos por separado. En muchas ocasiones el ahorro podía llegar incluso al 50% que si se compraban esos mismos artículos independientemente, uno a uno. Así si consumías mucho de un producto o éste tenía una larga caducidad, te salía muy a cuenta comprar paquetes familiares o paquetes ahorro, como también se les conoce.
El caso es que desde hace un tiempo y gracias a mi costumbre (¿debería decir manía?) de comparar precios y fijarme en el precio por kilo o por litro, he descubierto que el pack familiar ya no es una ganga. por el contrario, en muchas ocasiones sale bastante más caro que comprar los artículos individualmente. el remate fue la semana pasada cuando mi marido quería paté de cerdo del normalito y me encontré con que la lata individual de la marca Carrefour valía casi la mitad que las que venían en pack de tres y en letra enorme sentenciaba “PACK AHORRO”. ¿Ahorro? ¿Pero cómo que ahorro? ¡Qué ponga familiar, vale, pero que ponga ahorro y valga casi el doble, no por favor, eso es directamente un engaño al cliente, un timo descarado al consumidor!!! ¡Estamos hablando del mismo producto y la misma marca!!
Se ve que ahora que la inmensa mayoría hemos aprendido el truco de que los packs grandes suponen un ahorro de precio, van y te lo suben descaradamente, y así te equivocas tú solito y pagas más.
Bueno, este artículo no es más que el derecho a la pataleta que parece ser es lo único que nos asiste, pero no podía dejar de escribirlo. Espero que sirva de aviso a quien interese para que miréis y remiréis los precios en las estanterías antes de decidiros por uno u otro si queréis comprar al mejor precio posible. Porque casi nada es lo que parece.
Pues tienes toda la razón. Pero más que las técnicas de marketing, la culpa la tenemos nosotros por confiados.
A veces me pregunto si realmente tenemos en cuenta los avisos que nos dan.
Estamos en la era de la información, y creo que estamos más desinformados que nunca. Cuanto más escuchamos, menos atendemos. Nos satura, nos invade, nos entra por un oído y nos sale por el otro. Ese es realmente el problema. Avisados de que debemos mirar y comparar, que se usan técnicas agresivas de venta y demás, deberíamos saberlo. Que es un negocio, que no juegan a nuestro favor.
Eso que comentas suele pasar muchísimas veces, no he comprobado que con tanta diferencia en el precio. Pero como yo voy a comprar con una calculadora con patas, cada dos por tres salta la alarma. “Hoy el pack ahorro no es tal iooooo iooooooo, ¡atención!”
Lo curioso es que no siempre ocurre, para despistar supongo.
Otro detalle que lleva a error, es fijarnos en el cartelito llamativo de ¡OFERTA! o ¡AHORRO! que los supermercados suelen poner a ciertos productos. Y pensar que con dicho rebaje ya tenemos garantizado llevarnos el más económico, cuando la inmensa mayoría de las veces no es así. Suele haber otros más arriba o más abajo cuyo precio normal, es menor que el del promocionado.
En fin, que yo te acompaño en el pataleo, pero añado el mío propio por el despiste generalizado.
Si que tienes razón, alguna vez (hace ya tiempo) he ido acompañada a comprar por una persona más o menos cercana que se quedaba con dos producots distintos uno en cada mano mirándolos pero sin ver, sin saber cuál coger pero en realidad no miraba y comparaba ni el precio, ni la fecha de caducidad, ni los ingredientes, sólo miraba el paquete, y al final decía “este”. Yo reconozoc que soy pesada y miro mucho. A veces igual por demás.
Lo del otro día es que ya fue demasiado, me pareció una diferencia tan grande en la misma marca, los mismos ingredientes, etc… que me indignó, encima con todo el morro “pack ahorro”.
¡Hay que andar siempre con un ojo!!!
Un beso.