Estaba yo leyendo estos días sobre permacultura cuando leí que uno de sus preceptos o principios básicos dice así: “el problema siempre forma parte de la solución”. Una frase que me ha tenido pensando y que puede parecer contradictoria pero que encierra una manera muy especial de ver no sólo la agricultura, si no que es extrapolable a cualquier ámbito de la vida. Es algo así como “hasta de lo malo puede sacarse algo bueno”. Si existe un dicho popular que reza “si la vida te da limones, haz limonada”, esto iría un poco más allá, sacando algo mejor no sólo de lo bueno que ofrece la vida, sino hasta de lo que parece negativo o en cierto modo hasta lo es.
En el ámbito de la agricultura, que es donde en principio se dirige la permacultura, esto se aplica fácilmente. Por ejemplo, si tu terreno sufre el azote de fuertes vientos, no pienses en los efectos negativos de ello sino en las cosas positivas que puedes obtener de ello: energía eólica (tal vez para dar energía a la vivienda o para los sistemas de riego) y la obligación de poner barreras de protección te permitirán aprovechar éstos para que hagan las veces de tutores de plantas trepadoras (como parras, sin ir más lejos).
Lo que me ha gustado es que esto puede aplicarse también a la vida cotidiana. Y es que es una filosofía de vida que a cualquier optimista encantará (a mi me ha encantado) porque parte de una visión positiva que nos ayudará a enfocar de mejor manera cualquier bache que pueda presentarse en el camino.
Para explicarnos lo que significaba ser optimista o pesimista, mi madre nos contó un cuento (supongo que lo leería o escucharía en algún lugar): una empresa de calzado envía a dos de sus vendedores a una zona recóndita de África. Al llegar allí ven que los habitantes de dicha zona caminan descalzos. El optimista piensa “qué bien, toda ésta gente y nadie tiene zapatos, cuánto voy a vender”. El pesimista piensa, “qué mierda, esta gente no usa zapatos, no voy a vender ni un par”.
“El problema siempre es parte de la solución” es la forma optimista de enfrentarse a los problemas que la vida nos ponga por delante. Con sólo pensar un poco seguro que se nos ocurren visiones positivas para sacar lo mejor del problema que tenemos entre manos.
Por ejemplo: uno puede hundirse porque se ha quedado sin trabajo o tomarlo como la oportunidad para encontrar un empleo mejor, además de disponer mientras lo logra de tiempo para adquirir nuevos conocimientos que le ayuden a conseguirlo. Y es que uno puede dejarse llevar por el desencanto ante el primer problema u obstáculo que se presente o puede hacer que ese inconveniente se transforme en una posibilidad inesperada y positiva.
Me voy a aplicar el cuento, a buen seguro.
Y vosotras, ¿creéis que el problema es siempre parte de la solución? ¿Qué os parece éste precepto?
me encanta esa filosofía, no sé si has leido algo de Jorge Bucay, hay un librito…”Déjame que te cuente, los cuentos que me enseñaron a vivir”, es genial, es algo muy parecido a lo que cuentas, si no lo has leido, échales un vistazo.
Este libro , junto con el de “La buena suerte” me han encantado, y los intento recordar muy a menudo.
un besito.
Es como ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío, cuesta mucho trabajo pero hay que intentarlo.
Saludos
No lo conozco, Pica, lo voy a buscar en la biblioteca a ver si lo tienen. Gracias por la recomendación.
Besitos.
Algo así, a mi ver el lado rosa no me suele costar (aunque hay momentos, como todo), pero este tratar de darle la vuelta me parece aún mejor.
un beso.
Muy interesante esta entrada de hoy, Marhya. A mi me pasa un poco lo mismo, que depende del día lo veo todo de colorines o un poco más grisáceo…
Si la solución a un problema existe hay que resolverlo, y si no, para que darle más vueltas…
Por cierto, voy a informarme sobre la permacultura, un huerto es mi asignatura pendiente.
Sobre la okara te cuento que es el resto de la elaboración de la leche de soja, las cascarillas, que forma una pasta llena de nutrientes y proteinas vegetales de alta calidad. Te dejo este enlace, que quizás te interese:
http://www.gastronomiaycia.com/2009/03/06/okara/
Besotes!!!
Como ese otro dicho “si tiene solución, no te preocupes, si no tiene solución, ¿para qué preocuparse?”. Esto va más a buscar esa solución o al menos así es ocmo yo llo interpreto.
Muchas gracias por el enlace, voy a mirarlo despacito.
Besitos, Polita.
Pues sí, yo creo que una situación dura siempre será más fructífera que cuando todo funciona de maravilla. De las malas y duras experiencias se aprende, y mucho más que de las que simplemente nos acostumbran a la rutina diaria, aunque dura puede ser también.
En tiempos de crisis como estamos, es bien comentado que justamente la gente pelea y lucha mucho más para conseguir lo que quiere. ¡Y es así!
Me gustan tus reflexiones.
Un besote.
Cierto es que hay gente que se ahoga en un vaso de agua, tal vez porque siempre le han tenido extremadamente protegido y le han sacado las castañas del fuego y por ello a la mínima dificultad de hunde y no sabe reaccionar, pero también es verdad que yo firmaba por llevar una vida tranquila y sin problemas. ¿Pero quién no tiene algún problema en la vida? sólo esperar que sean de los que una puede capear y solventar, nada grave o definitivo.
El tema de la crisis que comentas, pues creo que a muchas personas les servirá para valorar cosas que tenía olvidadas como el cariño de los suyos y los pequeños placeres cotidianos, me sigue asombrando que aún haya personas que valores por encima de todo lo que pueden pagar con dinero. Evidentemente el dinero es necesario para cubrir nuestras necesidades básicas y ayuda enmuchas cosas, pero hay cosas que no se pagan con dinero y es una pena no saber disfrutar de ellas.
Un besito.
Si tu zona es ventosa… seca… húmeda… sombreada… no pretendas cultivos imposibles. Adáptate en cierta medida a la situación y extrae la parte positiva. Creo que es la idea.
El ejemplo que has puesto del trabajo me parece muy gráfico… igual cuando una limitación te cierra una puerta, abrirás mil ventanas que hasta ahora desconocías.
Una anécdota. Hace un par de años tuvieron que añadir tierra a la selva (proyecto de huerto y jardín). No sé de dónde la trajeron, pero venía con semillas de un árbol. Ese mato tiene la versión amable, se usa para jardinería y tiene un hermosísimo color, pero a mí me había tocado, ¡¡¡¡ENCIMA!!!!, la más fea.
Se ensemilló toda la pista de acceso y se extendió por buena parte de la huerta.
Luchaba por terminar con la invasión, porque realmente lo es, hasta que en una visita de un amigo, me contó que esa especie es altamente beneficiosa. Que se usa para mantener alejadas ciertas plagas. Desde entonces, hay qe limpiar la selva “de las semillas de baobabs”, pero confío que los que se conservan extiendan su beneficio allí donde están.
Quién sabe, Adormidera, las semillas sorpresa que nos tenga la vida escondidas bajo un montón de tierra, cuál brotará y qué será lo que nazca de ella y lo bueno y lo malo que venga aparejado a ello.
Un besito, espero que tus semillas sean todas bonitas, fructíferas y sanas.