Este mes el HEMC está dedicado a “la comida de mi pueblo”. He dudado si referirme como “mi pueblo” al lugar en el que crecí y me crié, al lugar en el que viví mi primer juventud o al lugar en el que vivo. De momento me he decantado por este último, aunque si me da tiempo para otra entrada intentaré que se refiera al primero.
Vivo en Tierra de Campos, y hay varios platos muy conocidos fuera que son típicos de aquí, entre ellos quizá los más conocidos sean el lechazo (cordero lechal) asado y las sopas de pan y ajo. Es este segundo por el que he optado en esta ocasión.
Sopas elaboradas a base de pan y ajo, en esta tierra de trigales fecundos, hay tantas versiones (casi) como cocineros la preparan. La más conocida fuera de la zona, la más servida en los restaurantes de cocina tradicional y la más común sin duda es la sopa castellana que ya presenté en el blog en otra ocasión (puedes verlo pinchando aquí). Hoy he optado por otra variante, también muy de esta tierra, que en estos días otoñales entra de maravilla; una de esas sopas espesas y reconfortantes, sabrosas y de toda la vida.
Ingredientes:
120gm de jamón
80gm de pan del día anterior
4 huevos grandes
4Cd aceite de oliva virgen extra
10 dientes de ajo
1 y ½ ct tomillo seco
1ct pimentón dulce
1ct pimentón picante
sal
Preparación:
Cortar el pan en rebanadas muy finas y reservar.
Preparar un majado con un pellizco de sal, el tomillo y los ajos pelados.
Poner al fuego una cazuela de barro con el aceite y el majado. Cuando comience a tomar color, añadir el pan y rehogar unos instantes. Cubrir entonces con 3 tazas de agua del tiempo y dejar cocinar suavemente durante unos 20 minutos desde el momento en que rompa a hervir.
Espolvorear con el pimentón, mezclar bien y añadir los huevos casados. Seguir cocinando hasta que los huevos se cuajen.
Servir bien caliente.
Umhh, parece que las estoy oliendo!!! Me chiflan las sopas de ajo, mi madre las borda y pensé en ellas, también, como receta para el hemc 38. Las aprendió a hacer en Rueda (Valladolid),que es “su pueblo”, aunque sea madrileña.
Me gusta haber llevado a tu mente recuerdos de la infancia con mi receta.
Besotes!!!
Hola Marhya
Mi chico es de Zamora y también le encantan las sopitas de ajo y en esta época que ya se deja sentir el frio le consuelan.
Si ve tu platito desdeluego se le antoja porque la foto habla por sí sola.
Mil besines.
Si, es algo tan típico que seguro que vemos más de una. O quizá por ser tan típico se busca algo más original, no lo sé.
Besos.
Bego, es que sopas de ajo en muchas zonas se comen y son típicas, ¿verdad? no sé si tu chico será de Tierra del pan, mis abuelos maternos son de allí y también no faltan en su casa las sopas, aunque las preparan de otro modo, más caldosas, sin jamón ni chorizo…
Besitos.
con este friesito y el vapor que se ve en la imagen, se me antojo muchoo, se ve Deliciosa!
Te ha quedado una sopa muy de tu tierra y seguro que sabrosísima!!!Me encantan las sopitas así, con jamón y huevito!
Te animo a que pruebes el pollo, no sabe a cocacola, le da al pollo un toque agridulce muy suave!
Besitos preciosa,
Vanesuky.
Mmm que rico ! Con lo que me gustan a mi las sopas. Y con el fresquito dan más ganas aún!
Gracias por tu aporte!
Saludos
La sopa con pan siempre me ha dado cosa
Pero me quedo con la receta de cerdo con verduras al wok, me encanta verduras+ carne+ salsa de soja
En casa lo acompañamos de los vasitos de arroz basmati de 1 min al micro y están buenísimos
feliz día
Si, jeje, estaban recién apagadas, como hay que comerlas al instante que es como más buenas están, no esperé ni a que se fuera el vapor.
Besitos.
Las sopitas cuando va llegando ya elf río hay que ver lo que apetecen, cómo entonan el cuerpo.
Vane, igual me animo con el pollo porque el agridulce me gusta, pero la coca-cola no me gusta nada y me da un poco de cosa.
Besitos.
Gracias, Erika, es uno de los grandes clásicos, si me da tiempo de hacer un segundo aporte haré algo de cocina vasca, hay que honrar dónde se está y de donde se viene, jeje.
Besos.
Laura, pues entonces esta receta no es para ti, jeje, yo también tenfo mis fobias alimentarias.
Los platos al wok con el arroz basmati son un conjunto perfecto, no he probado en esos vasitos, suelo tener tiempo y lo cuezo en casa, aunque hace un montón que no lo preparo. ¡Gracias, siempre viene bien recordarlo!
Besos.
Hola Marhya.
¡¡Una cazuela para nosotros!! Y somos cinco…
Este tipo de sopas le gusta también a nuestros hijos y la preparamos mucho, pero más con almejas que con jamón.
Y apetece, sí que apetece ahora que ya parece que van entrando los fríos (aunque no las lluvias aquí en el sur).
Excelente aportación. Lo sencillo, a veces (como en este caso), puede ser lo más rico.
Un abrazo y buen provecho.
¡Marchando una para cinco! Bueno, qué rica propuesta, con almejas, que me encantan. Lo haré alguna vez así, seguro.
Besos.
Un plato clásico y delicioso. Tiene una pinta estupenda. Y para entrar en calor en invierno biene genial.
Al contrario que a Laura a mi me encantan las sopas con pan y si no lo tienen se lo echo yo. jaja
Besos
jajaja, a mi siempre me han gustado mucho: las caldosas, las secas, las picantes, las suaves… en cuanto asoma la patita el frío, ya me apetecen.
Besos.
Jo Marhya tienen una pinta super buena y con el fresquito ya apetecen.
Un beso
Si que apetecen, y es que todavía está por venir el invierno. Me alegro que te gusten, Bego. Y aquí la endocrina no creo que te riña.
Besitos.
Hola Niña!!! Me arrimo a tu cocina a pedir un platito de esta sopa.¡que buena!! Y hoy que parece que refresca me apetece mucho.
Un besote.
Marchando un plato, María. Ya van apeteciendo estos platos, es verdad.
Besos.
[…] 3 Sopa campesina Lomo a la mostaza Banda crujiente de plátanos y chocolate Menú 4 Tapa de garbanzos estofados […]