Estoy hasta las narices de las trampas que encuentro en algunas novelas y es que últimamente ya me he topado con varias. Por trampas, me refiero a esas cuestiones que fuera de toda lógica resuelven de golpe y plumazo alguno de los problemas, cuestiones o intrigas que la novela plantea en un principio.
Supongo que esto se verá mejor con ejemplos, y no os preocupéis que no voy a destrozar ninguna novela y sólo comentaré qué novela es a la que me refiero si alguien me lo pregunta por un privado (con la rabia que da que te destrocen la lectura de una novela contando el final antes de tiempo). Sólo os diré dos de las trampas con las que me he topado últimamente (por no extenderme) y es probable que alguno de vosotros sepa a que novela pertenece por haberla leído.
* En el S. XVIII un hombre pobre y huérfano y una dama de la alta sociedad pero cuya familia ha caído en la ruina económica se enamoran. Ella no soporta ser pobre y él no puede darle nada. ¿Y cómo se resuelve el tema de la diferencia social y la pobreza en esa época? Pues nada, van, se encuentran un tesoro así porque si y como ya son ricos pues listo, los dos juntitos y contentos. ¡Hombre, por favor! Vaya forma de tomar por estúpidos a los lectores.
* El protagonista de una novela del Oeste se ve en apuros pero no pasa nada porque le sigue muy de cerca su hermano para ayudarle. ¿Y sabéis cómo sabía el hermano que el protagonistas estaba en apuros? Pues nada, porque una vidente se lo había dicho. Así de sencillo. ¿Para qué pensar mejor manera de salir del atolladero si así lo solventas?
Eso por no hablar de las novelas inconclusas. Que existe una cosa que se llama “Final abierto“, si, pero eso es una cosa y dejar a una novela falta de final es otra. ¡Un poco de respeto a los lectores, por favor!
Pues nada, que esta entrada es sólo por hacer uso del derecho al pataleo. Si alguno de vosotros quiere protestar o dejar constancia de alguna trampa semejante, hacedlo sin pudor. Eso si, por favor, no destripéis ninguna novela sin antes avisar, para que quien no quiera conocer más de la cuenta de la misma pueda elegir si seguir leyendo o no.
jajajaja, Desdde luego lo que comentas es de aúpa. Yo jamás me he encontrado con las trampas que comentas pero si con algunas otras…..en fin. Un besito Oktober (no sé tu nombre real).
Lolailo,a mi es que me da una rabia de aupa, sobre todo si la novela más o menos me va gustando, me siento timada.
Llámame María si quieres.
Besitos.
Te entiendo perfectamente, no se de que novelas hablas, pero da lo mismo, he leído varias que si que ocurría.
Besitos
Da muchísima rabia, ¿verdad? A mi por lo menos, me pone mala.
Besos.
Hola Marhya.
Pues chica estas cosas pasan como en las películas, ¿sabes de ahí que te precipitan el final y te quedas con la boca abierta? O cuando el final es predecible.
Imagino que esta forma de llegar al desenlace de un libro se da en aquéllos en los que no se ha trabajado el argumento del libro con cuidado y de repente alguien llega y le pregunta :¿Y por qué a Fulanito le pasa ésto? El autor se da cuenta del fallo y lo remedia casi al instante. SSeguramente este tipo de parches no tienen lugar en una obra escrita a conciencia, con un mensaje claro desde el principio y con un gran trasfondo literario. A un Lorca, un Cela, un Pérez Reverte, …. no le pasaría ésto.
Y ya que estoy aquí, te recomiendo un libro: La familia de Pascual Duarte, de Cela. ¿Lo has leído? ¡Leélo! Te impactará.
Te “agradezco” que me echéis de menos, tal y como comentas en mi blog. Mi ausencia bloguera es extensa y lo seguirá siendo hasta por lo menos julio. Ésto es lo que tiene opositar.
Un besote.
Yolanda, lo leí hace años (lectura obligada) y seguramente será una obra maestra de la literatura española (o tal vez no), pero la verdad es que a no es el tipo de lectura que yo elegiría para entretenerme, el estómago revuelto se me quedó, qué horror. Hay algunas novelas de esas que se me hacen la versión culta y bien vista de El Caso o los programas televisivos sobre sucesos.
Y bueno, está claro que los autores que han escrito los libros sobre los que comento han tirado por el camino fácil, y eso me da una rabia tremenda, pero no creas que autores supuestamente consagrados, de la élite culturarl y literaria, de los considerados grandes no caen en ese error, porque más de uno tira por el camino fácil, algunas veces incluso de una forma tan evidente como en los casos que comento.
Afortunadamente no son la mayoría de autores los que toman ese camino fácil, ni entre los considerados serios ni entre los que las personas más cultas que yo (y con más estómago) consideran de puro entretenimiento. Si no, los aficionados a la lectura, seguramente dejaríamos de lado los libros y nos aficionaríamos al encaje de bolillos, a los videojuegos o al golf, qué se yo, a tantas otras cosas entretenidas con las que una puede disfrutar de su tiempo de ocio.
Suerte con la oposiciones. Un beso.