Hay cosas que lejos de mejorar parece que empeoran. Nuevamente la FAO alerta de una previsible crisis alimentaria mundial en los próximos meses. Por de pronto, en el último mes el precio de los alimentos ha subido nada menos que un 6%, se dice pronto, y concretamente en el caso de los cereales, el alimento básico de gran parte de la población mundial (e indirectamente de otra parte, como alimento del ganado) ha aumentado en un mes la friolera de un 17%.
En el caso del maíz además de la sequía en algunas importantes zonas productoras de EEUU se une el caso de la especulación de los mercados, que son insaciables y una vez más demuestran carecer de todo tipo de ética y humanidad. Todo ello ha hecho que su precio ascienda en 30 días un 23%.
Normalmente cuando hablamos de crisis alimentarias a nivel mundial miramos hacia países donde la miseria es endémica. Pero esta vez voy a mirar un poco nuestro propio ombligo, y miraré al sur de Europa, donde la pobreza ha crecido terriblemente en los últimos meses y donde parece que si nada ni nadie lo remedia seguirá creciendo en los próximos. En España ya hay 11,5 millones de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, el 22% de los hogares españoles está por debajo del umbral de la pobreza y según un informe de la Fundación Foessa, sólo Rumanía y Letonia tienen una taza de pobreza mayor que la de España, dentro de la Unión Europea.
Mientras en Grecia los sueldos han vuelto a bajar, el BCE (que tampoco parece tener una pizca de humanidad ni se preocupa de algo llamado “consumo interno”) insta a bajarlos “fuertemente” en España para aumentar la productividad del país. No parece importarle la existencia de una nueva clase social casi inexistente hasta hace algunos meses, los llamados “trabajadores pobres”, aquellos ciudadanos a los que tener un empleo no les libra de la miseria, ni que según datos de UNICEF uno de cada cuatro niños/as en España es pobre.
En menos de tres semanas subirá el IVA, ese impuesto que no tiene en cuenta las rentas de las personas y que toca por igual a quien no tienen nada y a quien lo tiene todo y será, en el caso de nuestro país, un añadido más a tener en cuenta para comprender que todo los susceptible de empeorar, si no se le pone remedio, empeora.
¿Creéis que podemos hacer algo por mejorar las cifras de pobreza y luchar contra el hambre más cercano? ¿Cómo creéis que podemos hacerlo y que no sea tan sólo un paliativo temporal?
Escalofriante tu entrada de hoy, la verdad es que es difícil encontrar soluciones; de todos modos, pienso que si cada uno intentamos que aquellos que tenemos más cerca estén bien, se puede lograr mucho.
Yo, por mi parte, hago un voluntariado en casa de las Hermanas de la Caridad (las de Madre Teresa de Calcuta) aquí en Murcia, una tarde a la semana. No es mucho y seguro que podría hacer más cosas pero animo a todo el mundo a hacer algo por lo demás, ya que siempre sale más beneficiado el que da que el que recibe.
Un beso.
Por un lado, los “mercados especuladores”, por otro las medidas neoliberales del gobierno.
Realmente podemos preguntarnos ¿les importamos a alguien? Somos meros números, meras cifras contables. ¿Quién puede poner freno a esta sinrazón?
Creo que hay que despertar y salir a la calle.
A parte del tema social, te invito a celebrar el tercer aniversario de conpanypostre. Hacemos un sorteo y te esperamos.
Un besote.
Hola Maby, desgraciadamente no depende de nosotros. Esta lacra social que nos azota no tiene fin si no nos plantamos de una vez por todas. La voracidad de los mercados financieros solo hace que les importe el crecimiento del país. Tanto habrán estudiado y no se dan cuenta de que eso va en detrimento precisamente del crecimiento? si no hay dinero no hay nada. Es una utopía, lo sé, pero deberíamos abandonar las grandes ciudades y habilitar las zonas rurales y ahí se quedaran todos con sus grandes parques empresariales.
Se ha apostado solo por los que tienen, eso es el capitalismo, los demás quedamos fuera. Se están cargando todo y están axfisiando al pueblo, eso sin duda, tendrá unas terribles consecuencias y deberemos estar preparados para lo que se avecina.
Un beso y gracias por esta entrada tan interesante porque a veces también es bueno hacer una reflexión. No se puede mirar para otro lado, ni se puede, ni se debe.
Lola, tienes toda la razón, si cada persona intentamos que los más cercanos estén bien, es más probable no sólo que haya más gente bien si no que también haya más gente intentando que estén bien los que le rodean. Parece de perogrullo, pero no está mal recordarlo, porque justamente lo más sencillo es lo que muchas veces olvidamos.
Un abrazo, guapa.
José Antonio, realmente solo somos números para los que pinchan y cortan, menos mal que nos quedamos nosotros mismos, es decir el apoyo social, el grito en la calle, el no conformarnos, el luchar.
¡Feliz aniversario! En un ratín me paso a visitarte!
Un beso.
Marisa, no creas que la idílica vida rural hoy en día puede realizarse en solitario, en redes si, pero es muy complicado el autoabastecimiento familiar, bueno, me imagino que ya o verás cuando estás en la aldea. Pero en redes si, en grupos, es mucho más sencillo, dentro de lo que cabe, que la mayor parte de la tierra sigue a día de hoy estando en manos de muy pocos. Y encima maltratada, contaminada, a veces yerma por el mal uso y el abuso… Pero si, creo que todavía y sobre todo en momentos como estos se vive bastante mejor que en las grandes ciudades.
Un abrazo, guapa.