Tenía pendiente de leer “un paseo para recordar” desde hace tiempo, pero no me animaba a empezarlo por la sencilla razón de que en el prólogo ya avisa de que el final es lacrimógeno y lo que podríamos llamar un final no feliz, así que la verdad es que como conozco otras novelas de Nicholas Sparks y me da rabia que si no mata a alguien o no fastidia a la pareja protagonista de algún modo definitivo, o casi, parece que no le mola la novela (salvo honrosas excepciones), pues no había tenido muchas ganas de ponerme con ella. Pero a raíz del reto 2015 para Vuelve la página me he decidido a leerla.
1958, Beaufort, Carolina del Norte. Landon Carter es un adolescente algo rebelde, hijo de un congresista que pasa más tiempo fuera de casa que en ella y nieto de un hombre que ha amasado una fortuna a costa del sufrimiento y el mal ajeno. Lleva una vida tranquila y aunque no se mete en líos tampoco es de los que cumple las normas; le gustan las bromas y escaparse de noche con sus amigos a comer cacahuetes y contar historias al cementerio.
En su último año de instituto, Landon se apunta a la asignatura optativa de teatro porque le parece la más sencilla, la que menos trabajo requerirá y en la que será más fácil sacar una buena nota sin tener que trabajársela. Y en ella coincide con Jamie Sullivan, la hija del párroco, una chica a la que conoce desde siempre pero a la que nunca ha prestado mucha atención salvo, alguna vez, para hacer alguna mofa liviana sobre ella. Pero cuando ella le pide un favor para la obra de teatro que prepara la clase cada Navidad, todo empieza a cambiar entre ellos y para Landon.
La historia, si, final lacrimógeno incluido (no es ningún spoiler, no desvelo nada, el propio autor en boca de su protagonista y narrador nos avisa ya en el prólogo) me ha gustado. Es bonita. Triste, nostálgica, muy del estilo del autor, la verdad, si conoces algo de sus novelas es lo que podríamos decir “muy suyo” así que ya sabes si eso implica que te apetece leerlo o que ni de coña.
Es una historia corta y se lee del tirón sin problemas; en una tarde tonta se puede empezar y terminar el libro. Que es emotivo, en todos los aspectos. Te toca; porque los protagonistas son jóvenes en la flor de la vida, porque está escrito de tal forma que todo parece muy real, porque es fácil empatizar con los personajes.
De todos modos, siendo Un paseo para recordar una novela con un final como el que tiene, es de las novelas del autor la que menos me importa que termine así. Y lo es porque tiene sentido, no como en otras que parece que mete la desgracia con calzador para no ser una novela al uso, para destacarse, como si por meter una desgracia de por medio automáticamente subiera la calidad literaria de la obra. Y porque una ya está avisada sobre ello desde el principio, no da lugar a malos entendidos y malas leches al llegar a las últimas páginas.
En España Un paseo para recordar está publicado por Roca Editorial (cuesta 15 euros en tapa grande, 8,95 euros en bolsillo y 7,99 euros en formato ebook). Y consta de 173 páginas.
Menudo próposito literarion Marhya, no sé como puedes con tantos proyectos :o)
Entre mis propósitos estaría leer más libros de verdad (me refiero para público de más de 5 años :o).
Alguna cosa suya he leído y me habían gustado bastante, aunque al leerlas en inglés alguna cosa no pillé bien jejeje
Besos,
palmira
Jajaja, no lo sé, yo también me lo pregunto, pero bueno, leer no me cuesta esfuerzo aunque tienes razón que cuesta sacar tiempo para todo.
Dentro de nada, cuando te quieras dar cuenta, la peque te está prestando libros de mayores 😉
Besos.
He leído el libro y me gustó, aunque bastante menos que otros del mismo autor; es ameno y se lee con facilidad.Besos.
Si, se lee muy fácil, en una tarde lo puedes leer sin problemas.
Besos.