Para hoy iba a publicar una receta pero ayer vi que hoy se celebra el Día del Perro sin Raza, y ya que mis dos perros son mestizos, he querido unirme a este día. Aunque para mi cualquier día es bueno para hablar de ellos, entiendo que aprovechar el tirón de hacerlo este día concreto puede ayudar mucho más a los perros que no son de raza.
Mis perros son lo que llamamos mestizos, mil razas, mil polvos, mezcla de sangres o como los queráis llamar. Y son tan listos y cariñosos como cualquier perro, por eso no entiendo que todavía haya quienes hacen de menos a estos perros, pero tampoco me asombra, porque por un lado viendo lo que se hace entre humanos y por otro, viendo que todavía muchísimas personas tratan los perros como un objeto de capricho, mercadería y consumismo más, pues que queréis que os diga.
En las protectoras y perreras siempre se adoptan más fácilmente los perros de raza que los mestizos. ¿Por qué? No lo sé. Entiendo que haya ciertas razas que en teoría sean más adecuadas para un hogar con niños, por ejemplo, que otras, pero también el carácter del perro es determinante.
Rufo es un terremoto, lo sigue siendo aunque ya tiene cuatro años y medio. Le encantan los niños. Es super guardián. Le gusta ladrar a todo lo que se menea, cazar pájaros y lagartijas y mirar por la ventana. Es el mimoso número uno, le gusta ver fútbol y baloncesto y ladra a los animales que ve en la televisión, sobre todo si son de cuatro patas. Pero cuando hay dibujos animados o algo que no quiere que cambies, se limita a gruñir bajito para que no apagues o cambies de canal. Y es mestizo.
Sira es tranquila y tiene año y medio. Es muy dormilona y bastante celoseta. Tiene carácter pero es muy obediente y aprende fácilmente las normas. Se hace la muerta si disparas con los dedos, sabe hacer la croqueta, chocar los cinco y otras monerías que no sirven para nada más que para pasar un rato divertido. Le encanta jugar con Rufo a perseguirse por el patio y cuando quiere que le hagan mimos los pide tumbándose panza arriba y poniendo cara de buena. Y es mestiza.
No sabemos mucho de los progenitores de Rufo y de Sira; la madre de Rufo era mestiza también y un poco golfilla, así que es de padre desconocido (aunque hay sospechosos) y de Sira nos dijeron que su madre era pekinesa y su padre mestizo, aunque no hemos visto más que al segundo una vez. Nos da igual de qué raza fueran o si no eran de ninguna, nuestros perros son felices y nos hacen felices, y eso es lo que importa. Y eso es lo que debería importar siempre.
¿Convives con perros sean de raza o sin raza?
¡¡¡¡Qué bonito, Marhya!!!! Es genial tu parejita. Tan diferentes entre ellos, pero parece que se compenetran bien y se entienden. Son afortunados teniéndoos.
En casa, cómo sabes, hay dos, madre e hija. y muy distintas también de carácter.
Aquí no quedaba más remedio de que fueran de raza. Es mi hermano el que las ha criado… tradición familiar. Pero a falta de eso, Jucha y yo nos hubiéramos ido a una protectora y nos habríamos dejado llevar por el corazón. ¡Seguro!
Besotes y viva los perretes en general!!!!
Y lo especial que tiene que ser para la mamá poder convivir con uno de sus cachorros, cuando la madre de Rufo vivía no le hacía mucho caso cuando la veíamos por la calle pero él siempre iba a donde ella a hacerle mimos y si la veía desde la ventana la ladraba para que mirase.
Besos!!!
¡Qué bonita entrada para estas dos maravillas y fieles compañeros!
Nosotros no convivimos con perros pero de niña convivíamos con perros y gatos, algunos de raza, otros no y lo que si era claro en casa es que los queríamos y mimábamos todos por igual, y ellos no hacían diferencias.
Por cierto, desconocía que existiera tal día… otra cosa que habré aprendido hoy !
Besos y feliz semana
Palmira
Lo de los días de… ya está llegando a límites insospechados pero parece que es la única forma de poner a la vista algunas cosas, ésto creo que fue una iniciativa de 20minutos de hace 3 ó 4 años y cada año se va haciendo más grande.
Besos.