El hostal de las ilusiones, de Debbie Macomber

El hostal de las ilusiones de Debbie Macomber, es mi última lectura, y la novela de la que os quiero hablar hoy. Es una lectura amable, agradable, de eso que ahora se da en llamar Novelas Feel Good. Después de alguna novela negra, asesinatos, desapariciones y demás, un poco de buenas intenciones, gente buena, todo en la vida se soluciona, no solo viene bien, es que es hasta saludable.

Jo Mary Rose llega a la pequeña población costera de Cedar Cove desde la cercana Seattle para hacerse cargo de un hostal frente al mar. Está más cerca de los 40 que de los 30, ha trabajado toda su vida en banca y jamás se le hubiera pasado por la cabeza regentar un hostal. Pero hace unos meses perdió a su marido, militar, en Afganistán. Llevaban pocos meses casados. Quiere cambiar de vida y de algún modo siente que Paul Rose, su difunto esposo, la está empujando y animando a embarcarse en esa nueva vida. Así que con el dinero de la indemnización por la muerte de Paul, compra un hostal en Cedar Cove y en honor a él lo lama Rose Harbor.

Jo Mary tiene el alma herida y quizá en Cedar Cove, poco a poco, pueda empezar a sanarla.

Los primeros huéspedes del hostal llegan el mismo día, y no parecen muy felices. Son Abby y Josh. Ambos son del pueblo pero llevan muchos años sin regresar. Abby lo ha hecho para la boda de su hermano. Josh, porque su padrastro está muriendo. Ninguno de ellos quiere realmente estar ahí, si no han vuelto al pueblo en años es por lo que consideran poderosos motivos. Pero quizá al regresar encuentren la paz que no han tenido desde que se marcharon.

La novela cuenta tres historias; la de Josh, la de Abby y la de Jo Mary. Esta última es el eje común que tendrá toda la serie que se inicia con esta novela, así que de ella en realidad solamente leemos una parte de su historia. Pero de los otros dos personajes, sí que leemos una historia con principio y final.

Todos los personajes me han gustado, me han parecido muy humanos y reales, aún cuando la novela tira un poco de ese elemento fantástico de los que ya no están entre nosotros pero quieren ayudarnos a encontrar nuestro camino. A veces apetece leer sobre buenos sentimientos, vidas que se encarrilan y cuestiones complicadas que acaban teniendo solución.

No puede decirse que la novela sea una obra cumbre de la literatura, pero es muy entretenida, muy agradable, te engancha de principio a fin, te hace pasar un buen rato y te deja buenas sensaciones. Que no es poco. Así que aunque es muy sencilla en realidad, y bastante previsible en muchos aspectos, es una lectura que recomiendo. Yo la he disfrutado y la he leído del tirón.

Hasta tengo ya ganas de leer la segunda novela de la serie, El hostal de la felicidad, que ya está publicada también en castellano. Pero eso será otro día.