La caída de los gigantes, de Ken Follet, es una gran novela y no solo por su tamaño y su extensión. A lo largo de sus 1400 páginas recorre los avatares de cinco familias de distintas procedencias desde antes del estallido de la primera guerra mundial hasta unos años después de los tratados de paz firmados a su término. A simple vista puede parecer una lectura densa, liosa por la diversidad de personajes, pero no es así. Enseguida te ubicas y se va dando todo de un modo muy fluido, no hay pérdida posible con los personajes y no son tantos como pudiera parecer al hablar de cinco familias.
Gales, 22 de junio de 1911. Billy Wlliams cumple 13 años y eso supone que también sea su primer día como minero. Es hijo de un sindicalista y hermano de una doncella que trabaja para unos nobles locales, el joven Conde Fitzherbert y su esposa Bea, nacida en Rusia.
En la mansión de los Fitzherbert se prepara un gran acontecimiento: la visita del rey. A la reunión asisten dos jóvenes que estudiaron en Eton con el Conde, primos entre sí, uno alemán y otro austriaco, Walter y Robert. Y otra cuidada selección de invitados que incluyen al joven hijo de un senador estadounidense.
Mientras, en Rusia, Lev y Gregori Peshkov son dos hermanos huérfanos trabajadores de la fábrica Putilov. Gregori lleva años ahorrando con la esperanza de poder llegar a comprar un pasaje a EEUU y emprender una nueva vida en un país en el que parece haber más oportunidades para las personas.
La novela hace que enseguida se tome cariño a los personajes, y la trama transcurra muy fluida. Así asistimos a los acontecimientos previos al inicio de la primera guerra mundial, a lo que provocó esta y de ahí en adelante hasta mediados de los años ´20. Entrelazando la historia con las historias particulares de estos personajes en un mundo en conflicto.
No es de extrañar que La caída de los gigantes sea un best seller mundial. Es entretenido, es interesante, es apasionante. Desde las primeras líneas atrapa, comienza suave, como la vida misma y va avanzando hacia una vida mucho más complicada, dura, cruel. Pero siempre con esperanza. En ella hay personajes de todo tipo. Me quedo con aquellos con interés por avanzar.
Es una novela que te atrapa. A pesar de lo larga que es cuesta dejarla a un lado, pausar las lecturas. Sería para dar cuenta de ella del tirón pero claro, con tantas páginas no es posible. Así que es para empacharse de ella, estar unos días leyendo horas y horas, porque tienes ganas de más. Al menos así ha sido en mi caso.
Y lo mejor es que mi principal miedo antes de leerla enseguida se diluyó. No, no hay una cantidad ingente de personajes por separado que no hay modo alguno de ubicar y tienes que estar constantemente mirando un gráfico para recordarlos. Nada de eso.
Existen dos libros más que conforman una trilogía, The Century, que abarca hasta la guerra fría. Muy probablemente lea el siguiente. Pero sin prisa. La caída de los gigantes se cierra de buena manera. Y creo que es de esas series que es mejor reposar antes de seguir adelante.
Es de estos libros que te enganchan tanto que no puedes dejarlos. y además te encariñas tanto con los protagonistas que casi llegas a pensar que son conocidos, es muy curioso el arte de Ken Follet para estas cosas , ¿verdad?
Eso si, nunca me había planteado que pudiera haber 2 volúmenes más… como la leí hace ya un buen rato iré a por ellos!
Besos,
Palmira
Este libro me gustó mucho y pese a su gran número de páginas lo leí en 15 días. ¡Vamos para mí un récord ! y es que te atrapa de esa manera que quieres ver cómo sigue y haces todo lo posible por sacar tiempo para seguir leyendo.
En su momento me leí tb., del mismo autor “Los Pilares de la Tierra “y me pasó lo mismo.
Posiblemente lea los siguientes de esta saga, pero sin prisa.
Besos.
Sí, es verdad, Palmira. Yo lo he leído en digital y ya incluía el primer capítulo del siguiente y casi me tienta seguirlo ya. Pero lo voy a tomar con calma.
Feliz fin de semana.
Así creo que voy a hacer yo, Lucero. Leerlos pero sin prisa.
Feliz fin de semana.