A todos los chicos de los que me enamoré, de Jenny Han, es la primera entrega de una trilogía juvenil que ha sido versionada con éxito en forma de película. Una historia blanca, amena y entretenida para adolescentes, pero si ya dejaste atrás esa época de tu vida hace años ten en cuenta que es muy fresca y te puede gustar si quieres pasar una tarde de lectura de desconexión entre lecturas más oscuras o exigentes.
Cuando la comencé no me informé bien y no sabía que era una trilogía ni que había una película que la versionaba. Su final abierto pero no inconcluso me hace debatirme entre leerla completa o dejarlo aquí. Todo dependerá si encuentro los libros baratos o de biblioteca, ya que a mi edad no es algo por lo que me mate. Pero me ha resultado una lectura muy bonita y agradable, y eso es algo que también valoro mucho en algunos momentos.
Lara Jean tiene 16 años y está a punto de comenzar el curso que supondrá un punto de inflexión en su vida. Eso es algo que ella ya supone pero no del modo en que realmente sucede. Y es que sabe que su vida va a cambiar porque su hermana mayor, Margot, se marcha a la universidad nada menos que a Escocia, al otro lado del Atlántico.
Desde que siendo niñas murió su madre, Margot se ha encargado de cuidar a todos: a papá, a la pequeña Kitty y también a la propia Lara Jean. Era la voz de la sensatez y no se le pasaba una. Lara Jean siente que va a ser muy difícil estar a la altura de Margot. O, mas bien, que va a ser imposible. Pero ha prometido ocuparse de la familia mientras esta no esté en casa.
Lo que no espera Lara Jean es que fuera de la familia su vida también cambie. Algo que hace cuando los chicos de los que estuvo enamorada alguna vez reciben una carta suya. Una cartas que ella escribió realmente para sí misma y para liberarse de esos sentimientos y guardó sin pensar nunca en enviarlas pero que ahora, de algún modo, han llegado a sus manos.
El argumento de A todos los chicos de los que me enamoré es sencillo, es una novela escrita para adolescentes, casi diría que más para alguien de 14 años que de 17, que se esté aficionando a la lectura. Es muy fresca, muy ágil, muy agradable. Si no eres un lector adolescente debes saber que esta historia no tiene muchas vueltas de tuerca, ni trata temas complicados, polémicos ni profundos. Pero deja un buen sabor de boca y eso es algo que algunas veces tiene más peso que todo lo demás. Y quizá te haga transportarte a unos años atrás, cuando las preocupaciones eran otras y la vida era muy diferente a la actual. Quién sabe.
A veces estas novelas para ligeras que te aportan como unos recuerdos de libertad cuando la vida no era tan complicada también se agradecen.
Últimamente con niños alrededor mío pre adolescentes, estoy disfrutando mucho de los universos de literatura joven pero con mucho fondo y muy buena escritura, y no por eso me da verguenza jajaja Porque sé que es lo que piensan algunos padres cuando voy debatiendo de alguna novela juvenil con sus hijos.
Viajar por el tiempo no tiene precio jajaja Que nos vamos haciendo mayores !
Besos y feliz fin de semana
Palmira
Claro que sí, Palmira. Y también para no caer en eso de pensar que nuestra generación fue mejor y que los jóvenes de ahora son poco menos que inútiles, que es un pensamiento que no soporto. Si el mundo va bien, mal o regular no son los jóvenes de ahora los culpables, los que lo manejan son, precisamente, de otras generaciones.
Besos, feliz fin de semana.