La chica salvaje, de Delia Owens, es una de las novelas más bonitas que he leído en los últimos tiempos. No sabía muy bien qué me iba a encontrar y casi mejor, porque ha sido una lectura fantástica. Con pañuelo, porque en muchas ocasiones me ha hecho saltar las lágrimas. Pero maravillosa. Con una prosa envolvente, una forma de narrar que me ha conquistado. Y una trama original y adictiva con una protagonista a la que es imposible no querer.
Carolina del norte, agosto de 1952. Kya es la única de sus hermanos que nació después de terminar la segunda guerra mundial, en la que su padre estuvo luchando. Vive en una destartalada cabaña en las marismas con sus padres y cuatro hermanos mayores. Un día de verano su madre hace la maleta y se va sin decir adiós. No es la primera vez que lo hace, pero siempre se despidió y regresó dos o tres días más tarde. Kya sabe que esta vez es diferente ya que no se despide y pasan días y días, y no regresa.
Al marcharse la madre, los tres hermanos mayores no dudan en huir también de un padre borracho con la mano suelta y una vida miserable. Solo Jodie, siete años mayor que ella, se queda. Pero tampoco tarda en irse. Así que Kya se queda sola con el padre, lo que en muchos aspectos equivale a quedarse sola en la vida, aunque por momentos parezca que mejora. Algo que termina sucediendo un tiempo después. Y así con diez años y abandonada por la única familia que ha conocido se queda sola en la marisma, recordando todo lo aprendido para sobrevivir y para evitar que la atrapen y la envíen a un orfanato, algo que por las palabras de sus hermanos siempre ha percibido como el peor de los males.
En 1969 la muerte de un joven popular de la localidad más cercana a la marisma rompe la quietud del lugar. En un principio todo apunta a una muerte accidental pero la falta de huellas, incluso del muerto, hace suponer que alguien las ha borrado. Y las miradas acusadoras de policía y población se posan en la chica salvaje, una joven que vive sola en las marismas desde hace años.
La chica salvaje es una historia llena de amor por la naturaleza, cuya observación sirve de aprendizaje del mundo y las relaciones sociales y sentimentales para Kya. Es también la historia de un misterio. Y de un abandono, del peso de la soledad y de la fuerza interior para salir adelante. Cuenta muchas cosas y lo hace de un modo casi poético. No se puede decir que sea un drama pero en muchos momentos la soledad de Kya me ha hecho soltar la lagrimilla.
Este libro se presenta como uno de los más vendidos en EEUU en 2019. No me extraña porque yo lo recomendaría a todo el que disfrute del placer de la lectura. La hubiera leído del tirón de haber podido, lo he hecho en dos días porque no podía dejar de pensar en la novela y en querer saber más.
He leído algunos comentarios que afirman que La chica salvaje es una novela muy bonita pero que es poco creíble que una niña pueda sobrevivir en un entorno hostil y aprender tanto. A mi, personalmente, eso no me parece nada descabellado. Creo que eso se piensa más si nos ponemos en lo que es nacer entre algodones y vivir la infancia entre televisión, dispositivos digitales y sin que te falte de nada. Pero seguro que todos conocemos o hemos oído hablar de personas mayores que en su infancia trabajaban con 6, 7 u 8 años como pastores, cuidando niños o animales, limpiando casas y de tantos otros modos.
Además el apego a la naturaleza te da unas capacidades para la supervivencia que ninguno de nosotros tendríamos si nos soltaran no ya en una marisma, sino en el monte más cercano a casa. Crecer sin otro estímulo que el propio entorno hace que las personas sepan cómo cazar, pescar o encontrar agua, comida e incluso qué plantas son buenas para algunos remedios caseros. Eso y que los niños de hace décadas pasaban el día al completo al lado de la madre, con lo que con 6, 7 u 8 años de sobra sabían encender el fuego para cocinar y otras cosas propias de las tareas cotidianas.
Además hay que tener en cuenta que los niños cuando se interesan por algo tienen una capacidad impresionante para ahondar en ello. Imagina interesarte por la marisma y los animales y no tener casi otra cosa que hacer que observarlos toda la vida. ¿Cuánto podrías aprender sobre ello? Hay niños que tienen un campo de interés y son casi expertos en materias muy concretas, incluso dedicando a ello solo su tiempo de ocio.
Con una protagonista a la que acompañar a lo largo de todo el libro, es una historia de las que no se olvidan. Creo que en el futuro la releeré ya de otra manera, conociendo los secretos, más despacio, y será una de esas novelas de las que disfrutar de cuando en cuando.
Sin adentrarme más en La chica salvaje, solo puedo recomendar su lectura. Descubrirla poco a poco, página a página, que es como realmente se disfrutan este tipo de libros. A mi me ha encantado. Espero que si te animas a leerlo también sientas lo mismo.
Pues dan ganas de buscarla ya mismo para leerla y eso voy a hacer.
Besos guapina.
Lucero, creo que te gustará. Si lo lees me encantaría que me dijeses qué te parece.
Feliz día.