Érase una vez la taberna Swan, de Diane Setterfield, es una novela entretenida narrada con un estilo muy peculiar. Es difícil etiquetarla y más cuando se presenta a quien todavía no la ha leído pero quizá decida hacerlo. ¿Novela costumbrista y coral? ¿Historia de intriga que de principio no sabemos si es real o un misterio fantástico?
De qué va esta novela de Diane Setterfield
Finales del S. XIX. En la taberna Swan, un establecimiento con siglos de existencia ubicado en una zona rural a orillas del Támesis, gustan las historias. Joe, el marido de la actual propietaria, es un gran narrador de historias. Pero también lo son muchos de sus clientes habituales, lugareños y viajeros, que entre trago y trago disfrutan contando y escuchando historias. El arte de narrar es apreciado por los habituales del lugar. Sin embargo, no saben que esa noche todos ellos van a ser testigos y partícipes de una historia que dará mucho que hablar.
Y es que esa noche brumosa dos personajes inesperados llegan a la taberna Swan: un hombre empapado con la cara cubierta de sangre que lleva en brazos a una niña pequeña que está inconsciente. Antes de que pueda explicar quién es él o quién es la niña y cómo han llegado allí en esas circunstancia, el hombre se desploma y debe ser atendido con urgencia.
En cuanto a la niña, ¿quién es? Cerca del río hay algunas pistas que podrían indicarlo. Tal vez sea Amelia Vaughan, que desapareció dos años atrás, cuando tenía solo dos, dejando desde entonces a sus padres sumidos en la tristeza. O tal vez Alice Armstrong, a la que nadie ha visto en las últimas horas tras el suicidio de su desesperada madre. Si crees en imposibles podrías pensar que es la hermana de la señora White, que veinte años atrás pareció ahogarse en el río. E incluso puede que no sea ninguna de ellas.
Mi opinión sobre Érase una vez la taberna Swan
No sabía muy bien qué esperar de Érase una vez la taberna Swan, pero he disfrutado leyéndola. No conocía a la autora, Diane Setterfield, y me ha gustado su forma de narrar. Es amena, te atrapa y no sé muy bien cómo definirla.
Me ha enganchado desde el principio, aunque en los primeros capítulos me costó un poco ubicar a tanto personaje en su lugar y contextuarlo en la historia. Pero como por la forma de contarlo y por lo que cuenta me sentí interesada, seguí leyendo hasta ubicar a todos.
Es complicado para mi contar más sobre Érase una vez la taberna Swan sin contar demasiado de ella. Pero puedo decir que me ha intrigado y que me ha gustado mucho. No es el tipo de novela al que estoy acostumbrada y no es algo que me apetezca leer a menudo, pero para cambiar de temática y estilo está muy bien.
Si quieres sorprenderte o leer algo diferente, te va a gustar Érase una vez la taberna Swan. Si te agobian las novelas con muchos personajes que tardan varios capítulos en interactuar, y no se sabe muy bien qué pintan en la historia hasta un momento determinado, entonces no es lectura para ti.
No sé si el verano dará bastante de si para que me ponga al día con todas mis lecturas pendientes pero lo vamos a intentar :o)
Besos y feliz fin de semana,
Palmira