Pulsión, de Gail McHugh es una novela super ventas que me ha tenido atrapada durante horas desde que la he comenzado hasta que he leído la última página. No es el tipo de novela que acostumbro a leer y no sabría muy bien cómo calificarla, ¿new adult? ¿narrativa joven urbana? ¿sentimental juvenil? No lo tengo muy claro. Lo que si sé es que me ha gustado mucho. Con algunas pegas que comentaré después, pero la he devorado. Del tirón.
Emily es una joven de Colorado que en los últimos meses se ha licenciado en la universidad y ha visto morir a su madre de un fulminante cáncer de mama. Abatida y buscando fuerzas para seguir adelante, se traslada a Nueva York donde vive su novio, Dillon, y también su mejor amiga y ex compañera de cuarto de la universidad, Olivia. Aunque Dillon quería que se fuese a vivir con él, a Emily le ha parecido precipitado, pues al fin y al cabo sólo llevan unos meses saliendo. Aunque él se ha portado tan bien ese tiempo en que Emily ha estado pendiente de su madre y deprimida, que cree que le debe todo.
Un día, casualmente, Emily conoce a Gavin Blake, un joven millonario con fama de mujeriego. La joven no puede imaginar lo que Gavin ha sentido al verla, ni que se verán mucho más a menudo. Aunque tiene ojos en la cara y por tanto, aprecia que se trata de un hombre muy atractivo, es incapaz de prever lo que acabará significando en su vida e interfiriendo en el futuro apacible que ella ha imaginado para sí.
La novela me ha gustado mucho aunque una vez terminada, reposando la lectura, le tenga que poner algunos peros. Y el principal es que todo es más fácil, sobre todo para el lector, desde que vemos que Dillon (y lo vemos en seguida) no es el novio entregado y leal que cree Emily. Si Dillon fuera un gran tipo, la novela ganaría. Pero no lo es. Aunque es cierto que la protagonista no lo ve. Y no es que sea tonta, aunque a veces llegue a parecerlo, es que está en un momento vulnerable de su vida. Y, también, que muchas veces es más fácil ver lo que queremos ver que no que realmente ocurre. Sobre todo cuando una se siente en deuda con otra persona.
Otra cosa que al leerla tiene toda la credibilidad del mundo pero que a toro pasado no me gusta tanto, es lo del amor a primera vista. Eso es lo que siente Gavin por Emily. Su padre le había hablado de esa clase de amor y él nunca lo había creído posible. Hasta que se encuentra con Emily. Y entonces siente algo especial que poco a poco va creciendo. Y aunque, como digo, mientras lo leía todo surge de manera espontánea pero totalmente creíble, a toro pasado me parece un recurso sumamente fácil. La vio y se enamoró. Y se propuso enamorarla. Porque él lo tenía claro y cada día que pasaba lo tenía más claro aún. Todo muy sencillo, ¿no?
Y si, resulta creíble y agradable. Me ha gustado leerlo. Pero no lo puedo calificar de novela romántica en el sentido en que lo entiendo yo. Porque a mi me gusta disfrutar de cómo dos personajes se enamoran. Y cómo su amor crece y se afianza, de cómo se va haciendo más profundo a medida que se conocen. Y eso aquí no lo he visto. En su mayor parte es el conflicto “Gavin me atrae pero me empeño en querer a Dillon porque no soy una cualquiera que deja a su novio por otro y porque Él ha sido muy bueno conmigo y se lo debo”. Y a lo mejor a cierta edad está muy bien leer algo así. O no. Pero para algunas cosas me veo algo mayor, la verdad.
Pero el caso es que he disfrutado un montón mientras la leía, Y me muero de ganas de leer la segunda. Aunque miedo me da que sea un poco más de lo mismo pero al revés. No sé. Espero empezarla en breve y ya os lo contaré.
Pulsión está publicada en España por Terciopelo, consta de 365 páginas y su precio es de 17,90 euros en formato libro y de 5,99 euros en formato ebook.