Las chicas de Septiembre, de Maureen Lee, es mi última lectura. Hace tiempo que lo tenía pendiente y entre unas cosas y otras, todavía no lo había empezado. Por fin le he puesto remedio.
Septiembre de 1920. Brenna y Colm llegan un día desapacible desde Irlanda a Liverpool junto con sus dos hijos pequeños. Ella está embarazada, llevan encima sus pocas pertenencias y esperan que Paddy, el hermano de Colm, vaya a recogerlos. Pero van pasando las horas y Paddy no aparece. Semanas antes le enviaron 10 libras, toda una fortuna, que por un azar del destino ganó Colm. Esperaban con ese dinero que Paddy les comprara una casa y comenzar una nueva vida, alejada de la miseria en la que habían vivido hasta entonces.
Cuando se hace evidente que Paddy no va a aparecer, se alejan del puerto, hacia la ciudad. Y entonces Brenna, agotada, se pone de parto. Nadie parece dispuesto a ayudarles, hasta que en una casa una mujer les abre la puerta de un sótano. Se llama Nancy, una mujer de mediana edad e ideas progresistas que es el ama de llaves de los Allardyce. Mientras Brenna da a luz en la cocina de Nancy, en la parte noble de la casa, Eleanor, la señora de la misma, también alumbra una niña. Desde entonces, las vidas de ambas familias se entrecruzan para siempre.
La novela me ha gustado mucho, y desde el principio me ha enganchado sobremanera. Sólo me ha defraudado un poquito al final, porque al ser una saga familiar y con varios personajes, me he quedado con la impresión de que el fin estaba puesto ahí pero muy abierto en algunos casos. Me ha dado pena porque estaba siendo una novela magnífica. Me quedo con la impresión de que hubiera necesitado un epílogo que me contara un ” qué fue de…” algunos personajes un tiempo después. ¿O hay una segunda novela referida a los mismos personajes y yo no la conozco?
Dicho ésto, igualmente la novela me ha gustado mucho y he disfrutado un montón con su lectura. Me quedo con ganas de leer más novelas de Mauren Lee.
El título de la novela, Las chicas de septiembre, es muy bonito aunque me daba la impresión, al leerlo, que merecía otro nombre. Las dos pequeñas que nacen el mismo día de Septiembre, Sybil y Cara, parecen así las protagonistas y sólo en cierto modo lo es Cara. En la primera parte de la novela, que comienza en 1920, son Brenna y Eleanor las protagonistas de esta novela que, hay que decirlo, es coral. En la segunda parte, a punto de comenzar la 2ª GM, si que Sybil y Cara toman el protagonismo, pero principalmente lo hace Cara y el papel de Sybil es mucho más secundario.
Como me ha gustado la forma de escribir de la autora, me resulta interesante la época en la que transcurre la acción y las sagas familiares, si no son culebrones, me gustan, la novela tiene todo para que me resultara una lectura más que entretenida, como así ha sido.
Una de las cosas que me ha gustado de la novela es que tiene muchos giros inesperados de la trama, y eso se agradece, porque en una saga familiar, si todo es demasiado evidente, se pierde toda la gracia y acaba resultando todo monótono.
Como digo, me quedo con ganas de leer más de ésta autora.
Me la apunto.
Ya me contarás, Isa.
Feliz día.