Su mano sobre mi frente, de Nafisa Haji, es la última novela que he leído. Una historia que se parece muy poco a lo que me había imaginado viendo esa portada que no me decía nada en realidad y que tanta pereza me daba empezar. Un libro que me ha gustado muchísimo más de lo esperado. Ha estado años en una estantería criando polvo. Me alegro de haberlo leído al fin.
Saira Qader pertenece a una familia indopaquistaní musulmana, aunque tanto ella como su hermana mayor, Amina, han nacido y vivido toda su vida en EEUU, donde su padre trabaja como médico.
Saira no es tan conformista como Amina. Ni se pliega a lo que por su cultura y tradición familiar se espera de ella. Saira tiene sueños que espera cumplir, aunque no coincidan con los de sus padres. Cada verano ambas hermanas viajan a Karachi, en Paquistán, para pasar unas semanas con su abuela materna. También suelen pasar algunos días al año en Londres, en casa de una de sus tías, hermana de su madre.
El verano en que Saira tiene 14 años, es invitada a la boda de una de sus primas londinenses en Karachi. Su madre, por algún extraño motivo que no alcanza a comprender, se niega a ir, pese a la buena relación que tiene con la novia. Amina, en solidaridad con su madre, tampoco quiere viajar a Paquistán para la boda. Pero Saira que no sabe qué les pasa ni a su madre ni a su hermana, viaja hasta Paquistán. Y allí, mientras se suceden los preparativos para la boda de su prima, descubre algunos secretos de familia de los que hasta entonces nada sabía.
Al regresar de Karachi, antes de volver a EEUU, Saira pasa unos días en Londres, en la casa de su tío paterno. Es una parte de la familia que hasta entonces conocía de visitas breves, porque siempre que había ido a Londres se alojaba con su familia materna, pero éstos siguen en Paquistán. Y así conoce mejor a sus primos gemelos, la alocada Mehnaz y el curioso Moshin. Es a través de este último que Saira conoce otros secretos, los de la familia de su padre que hasta entonces no podía ni siquiera llegar a sospechar.
Los descubrimientos de ese verano sobre sus antepasados unidos a su natural carácter y las ganas de ser ella misma sin imposiciones culturales, religiosas y familiares, marcan la vida de Saira desde ese momento.
Como digo, no esperaba gran cosa de esta novela. Y me había hecho una idea diferente del tipo de historia que contaba. Me ha gustado leerla, he disfrutado mucho haciéndolo. La protagonista, Saira, me ha encantado. No digo que como toda persona y no personaje no tenga sus cosas mejores y peores, pero me gustan las novelas de mujeres fuertes, siempre lo digo, y una mujer criada de una determinada manera con personalidad suficiente para hacer lo que ella considera que debe hacer con su vida, me gusta y mucho.
Esta es otra de esas novelas de las que no puede contarse demasiado. Porque la gracia está en acompañar a la protagonista en el descubrimiento de los secretos de su familia, de la vida y de sus propios anhelos personales. Así que no puede comentarse mucho más.
No conocía mucho de la desanexión e independencia de Paquistán e India del Imperio Británico. Tampoco conocía el origen de las guerras o conflictos bélicos que se suceden cada no mucho entre ambos países. Y no había leído ninguna novela en la que buena parte de la trama transcurriese en el pasado reciente de Paquistán, a finales del S. XX pero antes de los atentados del 11S que cambiaron el mundo y en unos lugares del mismo más que en otros. Me ha gustado saber más, de lo primero a través de lo que Saira sabe de su familia, sus padres y , sobre todo, sus abuelos. De lo segundo a través de lo que va viviendo en su adolescencia y juventud. También ayuda a entender algunas cosas que ocurren en la actualidad en el mundo.
También me ha gustado la forma de narrar de la autora, y cómo va desvelando sorpresas al lector. Quizá algunas las podíamos intuir pero otras, no. En resumen, Su mano sobre mi frente es una novela muy recomendable.