El tren de los huérfanos, de Christina Baker Kline, ha sido una de mis últimas lecturas. Una novela conmovedora y amena que he leído del tirón. Creo que no puede leerse de otro modo, porque te atrapa sin remedio.
En 2011, Molly, una joven de 17 años que vive en una casa de acogida y ha pasado ya por demasiadas en su corta vida, es pillada robando un ejemplar de Jane Eyre de la biblioteca escolar. Como alternativa a ingresar en un centro de menores y tener un expediente con antecedentes penales, surge la posibilidad de hacer 50 horas de trabajo para la comunidad. Así pasa a ayudar a una anciana, Vivian Daly, a ordenar las cajas de recuerdos que guarda en el desván de su mansión.
Vivian emigró en los años ´20 desde Irlanda a Nueva York junto con sus padres y hermanos. Una tragedia la lleva a formar parte de un tren de los huérfanos. Los trenes de los huérfanos llevaron, entre 1854 y 1929, a miles de niños desde la Costa Este de EEUU hacia la zona central y oeste; esperaban encontrarles un hogar que a menudo lo único que quería era mano de obra gratuita. Los niños más pequeños solían ser acogidos por parejas que querían formar una familia y los adoptaban como hijos propios, los varones más mayores como mano de obra en las granjas, y las niñas de más edad solían ser las que más difícil tenían encontrar un hogar. Vivian era una de estas últimas.
El tren de los huérfanos me ha gustado mucho. Me ha enganchado desde el principio y solo le pongo un pero; un final un tanto edulcorado que me da la impresión de que se ha escrito para contento de una gran mayoría. No es que me moleste pero hace perder cierta credibilidad a una novela totalmente creíble, real, dura en ocasiones y dulce en unos pocos momentos. Creo que igualmente podría haber tenido un buen final, feliz incluso, sin ese hecho que por supuesto no voy a contar pero que creo que sobraba.
La trama principal de la novela es la historia de Vivian. No es una historia fácil. Hay mucho de dureza en esa vida y más aún siendo la protagonista una niña. Y lo es más porque sabemos cuánto de verdad cuenta y la cantidad de personas, de niños y niñas, que pasaron por cosas similares y peores aún. Pero es una historia que engancha, que atrapa, que te mantiene en vilo.
La historia de Molly es la que nos ayuda a conocer a Vivian. Entre sus vidas existen paralelismos que vamos conociendo poco a poco, aunque también diferencias. Tampoco es una historia especialmente feliz. Pero esto no quiere decir que sea una historia triste en su totalidad. Ambas, Molly y Vivian, son chicas fuertes. Aunque sea por obligación. Son supervivientes.
No voy a contar más detalles sobre el tren de los huérfanos para no estropear su lectura a nadie. Solo recomendar la lectura de esta novela porque creo que merece mucho la pena conocer a los personajes y la situación que viven a diario aún hoy muchos niños en este mundo nuestro aparentemente tan moderno y civilizado.