Los mejores años, de Kiley Reid, es una novela que me ha gustado aunque no sé muy bien cómo calificar o definir esta con un par de palabras para identificar su trama y estilo. Es una historia que me ha atrapado y me ha gustado leer, aunque el bombo que lleva me parezca excesivo para lo que realmente me he encontrado.
Sin duda es una novela con algo diferente e interesante, pero tampoco es la repanocha. Aunque quizá en el panorama de EEUU el tema que trata y cómo quedan retratados los personajes sea novedoso o, al menos, socialmente ilustrativo. Quizá se entienda como un toque a la conciencia o a que cada uno piense en cómo actúa y por qué ante el racismo y qué supone eso.
No digo con esto que no exista el racismo en otros lugares, me refiero a que esta sociedad es muy diferente en muchísimos aspectos y no sé si es extrapolable o no ciertas cuestiones a, por ejemplo, la realidad europea. Por su puesto, sí te puedes interrogar sobre tu propia actitud ante las personas de otras razas diferentes a la tuya, pero hay ciertas implicaciones que son más propias de la sociedad estadounidense que del racismo o la interculturalidad en otros lugares del mundo. España incluida.
De qué va Los mejores años.
Filadelfia. Emira Tucker tiene 25 años y no sabe muy bien qué quiere hacer con su vida. Todas sus amigas tienen mejores trabajos que ella y su propia familia piensa que tiene un mejor empleo del que tienen en realidad. Unas horas a la semana trabaja como transcriptora y otras hace de canguro de una niña encantadora a la que se siente muy unida, la pequeña Briar.
Una noche, mientras celebra el cumpleaños de una amiga, recibe una llamada de su jefa, Alix Chamberlain. Le pide si puede ocuparse de Briar debido a un problema que ha habido en casa y Emira acepta. Para sacar de allí a la niña a deshora, va con ella a uno de los sitios preferidos que a menudo visitan juntas, el centro comercial cercano a la casa de los Chamberlein. Sin embargo, lo que parecía iba a ser un rato distendido acaba con la acusación del empleado de seguridad del lugar y de una clienta de que Emira sea en realidad la secuestradora de la niña.
El conflicto es grabado por un hombre blanco que anima a la joven a denunciar. Y es puesto fin por la precipitada llegada de un avergonzado Señor Chamberlein, el padre de Briar, aclarando que la niña está con su canguro.
Emira no quiere volver a pensar en lo que ha pasado y el mal rato que ha sufrido. Pero su bien intencionada jefa no se lo pondrá tan fácil, porque ahora siente que le debe algo a Emira. Y, además, su presencia en su vida es lo más interesante que le ha pasado desde que se mudó a Filadelfia desde Nueva York, así que ahora quiere hacerse amiga de la joven a toda costa.
Alix Chamberlain es una mujer blanca, joven, con una boyante empresa y un marido con un lucrativo empleo. Pero siente que su vida es muy aburrida y falta de estímulos. Y se obsesiona con la idea de que ser amiga de Emira es lo mejor que le puede pasar a su apática existencia en este momento de su vida.
Mi opinión sobre la novela de debut de Kiley Reid.
Lo que me ha gustado de Los mejores años es que retrata a las personas y a la sociedad, y nos muestra que el racismo y el clasismo son cotidianos, tanto de la forma más evidente y que nos causa rechazo como de la forma más sutil que a menudo entendemos como sensible o antidiscriminatoria.
Lo que menos me ha gustado de esta novela de Kiley Reid es que todos los personajes terminan por caerme mal. No se salva ni uno. Bueno, sí, Briar y el bebé, pero porque son niñas pequeñas. Por distintos motivos ninguno me cae simpático, me resulta agradable o me cae bien. Ni los protagonistas, ni los secundarios. Todos me causan más aversión que otra cosa, aunque por motivos diferentes en cada caso.
No es para tanto
¿Es una novela interesante? Sí, está bien. Es entretenida, no se corta, muestra una realidad que aunque me es ajena veo que sea totalmente pegada a la realidad.
¿Me ha gustado la lectura? Sí.
¿Me ha parecido que no es tan bombazo como para estar en todas partes a todas horas y parecer poco menos que revolucionaria o un golpe sobre la mesa de la sociedad actual? Pues también. Mucha publicidad, sí, pero no termino de encontrar que sea tan especial para los calificativos que en muchas reseñas (la mayor parte de grandes medios que una no sabe si hablan libremente o por intereses comerciales o simplemente, para dárselas de guays) sobre este libro le adjudican.
Leo muchas novelas de las que no espero demasiado y me encantan. Cuando una viene con tanto bombo detrás, me pongo más exigente, porque espero más de ella. Y cuando no alcanza semejantes expectativas me deja una sensación de no ser para tanto. Seguramente sin todo esto detrás la habría disfrutado más.
Los mejores años va a versionarse en una serie de televisión. No me llama mucho la atención, a ver si es fiel o en qué se convierte, y ya veré si me interesa o no. Sí leeré más de esta autora en el futuro si cae en mis manos, no he dejado de disfrutar de su lectura. Recomiendo la novela porque te atrapa, lo que está latente en lo que cuenta es interesante y cómo lo cuenta aún más. Pero no te crees previamente grandes expectativas sobre novelas revolucionarias que cambian el mundo o la historia de la literatura porque, sinceramente, no es para tanto.