Después de comentar sobre los jabones con aceite de oliva (aquí) he decidido seguir investigando qué otros alimentos son además interesantes cosméticos e irles dedicando un espacio para conocer mejor cómo podernos aprovechar de sus propiedades. Hay un tipo de leche que se puede encontrar de forma relativamente fácil en el mercado y que es un excelente cosmético. ¡La leche de cabra!
La leche de cabra está pegando con fuerza en el mercado alimenticio por sus ricos nutrientes y por su fácil digestibilidad; en algunos casos incluso intolerantes a la lactosa la toleran bien. Pero también puede ser un interesante cosmético. Gracias a sus lipoproteínas y otras propiedades, su efecto sobre las células cutáneas es de lo más interesante incluso tal cual, sin necesidad de elaborarlo más. Un litro cuesta en torno al euro (Mercadona la envasa con su marca blanca, Hacendado) y te puede servir para mucho más que para preparar el desayuno.
Si queremos, como Cleopatra, disfrutar de un buen baño de leche nada mejor que añadir un par de litros al agua templada de la bañera. Para lograr un efecto balneario total puedes añadir unas gotas de tu aceite esencial favorito o bien al llenar la bañera de agua dejar que ésta pase por una bolsa de gasa con algunas flores secas (¿qué tal de lavanda?), dejar una luz tenue (pero que se vea, no sea que tengas un accidente doméstico) y poner una música relajante a un volumen moderado. Tendrás un baño nutritivo e hidratante casero de lo más apetecible.
Pero además podemos tenerla como recurso cosmético para diversas cuestiones.: mojando con ella (mejor tibia que fría) un algodón tendrás una leche desmaquillante totalmente natural y muy efectiva. En mayor cantidad aplicada sobre el rostro con un algodón o una gasa es un buen sustituto de la crema hidratante y también muy útil como compresa para aliviar la pesadez de piernas.
Y vosotras, ¿la habéis utilizado alguna vez?
Jolin, si es que de algún modo debían conservar las antiguas su belleza…pues yo la leche de cabra sólo la he tomado bebida y no me ha gustado. Recuerdo que cuando vivíamos en Carratraca (Málaga) mis padres a veces iban a la sierra a comprar leche de cabra fresca y cuando la hervían se comían la nata y a mi me daba un asquito…..me sabía mucho a bicho
Que interesante Marhya y como siempre sorprendiéndonos.
Un besito.
rosa
Pues nunca la he tomado, pero creo que voy a empezar a usarla cómo desmaquillador, me gusta la idea…
Besotes!!!
jajaja, jo, esos “traumas” infantiles no se quitan tan fácil, seguro que ves un brick de leche de cabra y te da yuyu y todo. A mi me pasa con la porrusalda.
Besos.
Un besito, Rosa.
El único problema que le veo, polita, es que un litro igual termina por estropearse sólo para ello. ¿Crees que mantendrá las propiedades si se congela en cubitos? Así para cada vez poder coger uno… Ya tengo la duda…
Besos!!
joooo, me pasa como a Lola rey, la del primer comentario, mis recuerdos son igualitos, jajaaja, no me gusta la leche de cabra, además tuve una de pequeña, mi padre me regaló una cabra …¡¡ por no comprarme un perro!! le pusimos Maica, y te puedes imaginar que hicimos de ella cuando empezaron a salirle los cuernos… se la tuvimos que llevar al cabrero! por dios que recuerdos..
besos!!
jajaja, Pica, si ya lo decía yo, que los “traumas” infantiles no se nos van tan fácilmente. Pobriña, ya me imagino la llorera a cuenta de la pobre cabritilla.
Besotes, guapa.
Pues es cuestión de probarlo, me parece genial la idea de congelarlo. Voy a ello…