Confieso que cuando leo una novela de Harlequin no acostumbro a buscar más que entretener un rato tonto y en una sola tarde o media mañana, leer una historia bonita y agradable sin mayores pretensiones. Normalmente no se puede pedir más, pero en ocasiones alguna novela sorprende por ser mejor de lo esperado, y eso es lo que me ha ocurrido con Caravana de esposas, de Judith Stacy, una agradable sorpresa.
California, 1886. La joven Amanda Pierce es la creadora de una agencia matrimonial de cierto éxito. Tiene buen ojo para juntar corazones solitarios y la ilusión de fomentar uniones que culminen en una larga y feliz vida de pareja. Un día, recibe una carta de Jason Kruger, dueño de una próspera explotación maderera, quien solicita sus servicios para encontrar esposa a algunos de sus empleados.
Ante una proposición de negocio tan interesante, Amanda viaja desde San Francisco hasta las montañas, para encontrarse con que Jason Kruger niega haber escrito semejante carta. Es más; él nunca ha querido que en la montaña vivan mujeres. Hay muy pocas que lo hacen allí, y no desea que lo hagan más. Pero Amanda no se conformará con su negativa y además, hay muchos leñadores que desean que les encuentre una esposa, así que en contra de los deseos de Jason, Amanda decide seguir adelante con su trabajo, sin saber que inquieta a éste con su sola presencia de un modo que jamás hubiera imaginado.
La novela me ha gustado. Caravana de esposas corta y sencilla, pero es un gusto leerla; los personajes principales son interesantes, hay química, las historias secundarias tienen gancho y no son sólo relleno, la forma en que está escrito, la ambientación, todo ello ha hecho que haya disfrutado mucho leyendo una historia de la que esperaba muy poquito.
Publicado en España por Harlequin Internacional, consta de 319 páginas.
Me la anoto Marhya. Generalmente me pasa como a tí, las historias de HArlequín me suelen hacer pasar un rato agradable siempre, pero a veces he encontrado verdaderas joyas.
Y cuando encuentras una, es un alegrón.