Campos de amapolas
Y de repente, un día, levantas la persiana y descubres que todo está lleno de amapolas. El campo entero salpicado de puntos rojos que se mueven con el viento. Durante semanas siguen ahí un día detrás de otros. Y de repente, cuando menos te lo esperas, otro día descubres que han desaparecido. Ya no volverás a verlas hasta el año siguiente.
Ayer ya no estaban.