Nunca juzgues a una dama por su apariencia

Publicado 26 enero, 2016 por Marhya en Cultura, Literatura, Reseñas / 2 Comments


Nunca juzgues a una dama por su apariencia, de Sarah MacLean, es la cuarta y última entrega de la serie de novelas románticas Las reglas de los canallas. Según he ido leyendo las anteriores de la serie las he ido comentando aquí; “Un canalla siempre es un canalla“,  “Amor con amor se paga” y  “No hay amor sin espinas“.  Aunque la serie empezó gustándome mucho, la tercera entrega no me gustó demasiado pero ya quería acabar de leerla completa, y me alegro mucho de haberlo hecho porque “Nunca juzgues a una dama por su apariencia” me ha gustado mucho.

Casi diez años atrás, Lady Georgiana, hija y hermana de duques, era una adolescente que creyó encontrar el amor, pero lo único que encontró fue un escándalo tremendo que la dejó marcada para siempre y un tesoro, Caroline, su hija. Ahora que la niña tiene ya 9 años, parece que ha llegado el momento de volver a presentarse ante la sociedad que la señaló, la vilipendió, la humilló, se rió de ella y la marginó, porque si quiere que su hija tenga un futuro en dicha sociedad, no la queda más remedio que encontrar un esposo con título que la ampare y la proteja, y pueda darle la vida que ella no puede por si sola.

Pero Georgiana nunca ha sido una mujer corriente que se deje vencer por las vicisitudes de la vida; desde hace años guarda un gran secreto y es que por las noches, ella es Chase, uno de los cuatro socios fundadores y dueños de El Ángel Caído, el club de juego más depravado de Londres, donde la cuota no se paga con dinero, sino con secretos. En su momento, Georgiana creó a Chase y encontró a sus socios como una forma de vengarse contra aquellos que la señalaron y apartaron del único mundo que conocía. Ahora ella conoce sus secretos y debilidades, y sabe bien cómo usarlo a favor o en contra de quien cree que lo merece.

El periodista y editor Duncan West guarda sus propios secretos y cuadno conoce a Georgiana se siente irremediablemente atraído por su forma de ser y su belleza. Pero él no es un caballero, no ostenta ningún título, guarda un terrible secreto que podría llevarle a la horca y, además, desconoce la identidad secreta de Georgiana.

Cuando leí la sinopsis de la novela, me quedé de piedra. ¡Chase no era un hombre! Pero si, podía perfectamente no serlo, pues por lo que sabíamos del personaje y lo que se sugería, los secretos que guardaba, aquellas conversaciones con sus socios, si bien no mostraban que fuera una mujer al saberlo tampoco tenían por qué corresponder a un hombre. ¡Buena jugada, Sarah MacLean, nos engañaste a todas! (Excepto a esa señora de Texas que menciona en los agradecimientos al final del libro).

Así que partiendo de semejante sorpresa, y dado que el tercer libro de la serie no me gustó mucho, no sabía qué podría encontrarme. ¡Afortunadamente, ha sido un precioso libro que me ha tenido en vilo, totalmente enganchada y que me ha dejado muy buen sabor de boca al terminar!

El personaje de Georgiana/Anna/Chase (triple identidad de la protagonista) es la gran baza, unida a un personaje masculino también poco común en el género. Juntos y con una historia llena de secretos que atan a los protagonistas (no entre ellos, si no a cada protagonista a si mismo y a su pasado), la novela tiene ya la mitad para atraer y encandilar.

También tengo que destacar el personaje de Caroline, que aunque no salga en muchas escenas, me ha gustado mucho, es una niña madura no de las que dan grima, al contrario, de las que tienen un gran potencial y resulta un personaje encantador.

No quiero ahondar mucho en la trama y los personajes porque es la entrega final de una serie y guarda secretos importantes que no quiero desvelar antes de tiempo por hablar de más, sólo decir que me ha gustado mucho, que he disfrutado con su lectura y que me parece un magnífico fin de serie.

Nunca juzgues a una dama por su apariencia está publicado por Ed. Versátil, consta de 410 páginas y su precio es de 18,55 euros en formato libro.

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2 Responses to “Nunca juzgues a una dama por su apariencia”

  1. Pues si que me ha sorprendido lo de la triple identidad! Es la prueba que a veces hay que esforzarse en terminar las novelas y/o series de novelas jejeje
    Besos,
    Palmira