Estrellas sobre el océano es una novela entretenida y amena aunque también algo previsible. A pesar de que creo que es voluntariamente demasiado blanca para lo que correspondería con la trama que cuenta si fuese más realista, en realidad en cierto modo hasta lo agradezco, saturada ya de noticias y libros en los que lo trágico, lo cruel y lo injusto se apoderan de todo.
De todos modos tengo alguna pega más que comento más adelante y, sin embargo, no puedo decir que no me haya resultado una lectura agradable y amena.
La novela transcurre en dos momentos de la historia; en la actualidad y en 1874. En la actualidad una joven viaja desde Australia a Europa para visitar a su madre, ingresada en un hospital. Lo que no espera es encontrar que su madre, una afamada catedrática, está comenzando a perder la memoria. Esta mujer que no acepta que está perdiendo lo que más valora de si misma, su inteligencia, guarda mucho material de la época victoriana y tiene especial interés en una larga carta de una mujer a la hija ilegítima que tuvo que dar en adopción.
En 1874, Agnes cumple 19 años y eso implica su salida del orfanato en el que se ha criado desde que fue abandonada pocas horas después de nacer. Con las referencias del lugar y un muestrario de bordados espera encontrar pronto colocación fuera de los muros tras los que lleva cerrada prácticamente toda la vida. Pero algo en sus papeles le hace hilar momentos del pasado y cree saber quién puede ser su madre. Así que cambia de planes y se pone como meta dar con ella y presentarse. Aunque eso implique un largo y peligroso viaje.
Al terminar de leer Estrellas sobre el océano he tenido la sensación de que es una historia que prometía pero que la autora no ha sabido redondear. Tengo la seguridad de que en otras manos, o quizá la misma autora en otro momento, hubiera podido sacar de ella un novelón. Y, sin embargo, solo ha logrado una novela entretenida con fallos importantes para poder obtener una buena valoración.
Lo de menos, que es muy previsible. Mucho. Lo de más, que es fantasiosamente blanca para lo que corresponde a la lógica histórica de la aventura que narra. Esta parte podría pasarla por alto saturada de noticias horrendas pero es importante destacarlo. Si buscas una buena novela landscape no es esta la adecuada.
Además, todo se da demasiado bien para la protagonista. Incluso lo que se da mal. Y aunque no quiero detallarlo para no hacer ningún tipo de spoiler, si ya la has leído creo que estarás de acuerdo conmigo.
Pero lo que menos me ha gustado de la novela, con todo, es la parte del presente. Está totalmente desaprovechada. Y no mantiene ningún hilo en común con la del pasado, salvo una carta escrita por alguien de esa época estudiada por alguien de la época actual. Lo que ocurre en el tiempo presente queda completamente en el aire, como sin terminar. Da la impresión de que hubiesen pedido a la autora que recortase páginas y lo hubiese hecho anulando las relativas a este tiempo.
La otra explicación que se me ocurre para esta cuestión es que fuese una obligación situar la narración en dos épocas diferentes y no haya sabido unirlas de forma adecuada. Realmente una vez terminada la lectura de Estrellas sobre el océano te das cuenta de que toda la parte actual podría eliminarse y la novela no solo no perdería sino que ganaría. Y es una verdadera lástima.
De todos modos Estrellas sobre el océano no es una novela horrenda. Me reitero en la palabra con la que la estoy describiendo porque creo que es la mejor la define: es entretenida. Cómo valores tu tiempo y si eso es o no suficiente para si, te dirá si es lectura que comenzar o no. Por mi parte, me ha hecho sentir bien mientras la leía aunque le ponga todas estas merecidas pegas y en ocasiones eso es suficiente.
