Son muchas las personas que temen mucho más a la “cuesta de septiembre” que a la “cuesta de enero”. Hace dos años ya publiqué (aquí) una entrada con algunos consejos para superarla, hoy quiero aportar algunas ideas más.
* En la cocina, temporalidad y cabeza: Aprovéchate no sólo de los productos de plena temporada, que siempre son los que resultan más económicos y a la vez saludables y sabrosos (manzanas, calabacines… ) si no también de aquellos productos atemporales que son tan saludables y económicos a lo largo de todo el año como es el caso de las truchas de piscifactoría, la legumbre, la pasta, el arroz o los huevos, por nombrar solo algunos.
* En el cole, trueque: Organizar un club del trueque en la asociación de padres de alumnos puede dar como resultado ahorrarse un dinero importante, sobre todo si los libros de texto de un año pueden reutilizarse. Pero también habrá otro tipo de objetos que puede ser interesante cambiar como esos diccionarios o atlas que a los alumnos de más edad se les van quedando cortos y que vendrán mejor a los más pequeños, equitación deportiva del colegio que se les ha quedado pequeña, etc..
Una parte del gasto habitual de la vuelta al cole consiste en comprar carpetas, mochilas o estuches nuevos, no porque los anteriores estuvieran en mal estado si no por el afán de consumir y/o de llevar algo nuevo a clase. Si sólo se trata de tener algo diferente, ¿no sería una buena opción trocarlo con los compañeros?
* Unirse para comprar a lo grande: Comprar a lo grande es buena idea si se compra entre varios. Seguramente una sola familia que compre, por ejemplo, tres paquetes de bolígrafos al precio de dos terminará perdiendo dinero; los niños cambiarán el suyo por uno nuevo sin necesidad, se perderán o se les secará la tinta si se dejan para dentro de mucho tiempo y al final uno habrá desembolsado más dinero para nada. Pero si se unen tres familias para comprarlo y se divide el precio entre los tres paquetes, si que se ahorrará en esa compra. Siguiendo esta premisa únete con familia, amigos, vecinos o a través de la asociación de padres y madres de alumnos y compra directamente de fábrica o de un almacén mayorista aquellos productos que te interesen: folios, cuadernos, bolígrafos… Con todo no dejes de comparar precios ya que existe la picaresca y hay almacenes que te ofrecerán un precio igual o superior al de la tienda con ofertas que resultan no serlo.
* ¿De verdad me interesa la calidad en este producto concreto? Cuando compramos un producto generalmente miramos (o así debería hacerse) la relación calidad-precio. Pero algunas veces hay que preguntarse, ¿realmente me importa la calidad que tenga este producto? Por ejemplo, si hablamos de niños de muy corta edad, ¿te interesa pagar más por 100 folios de 90gm que por 100 folios de 80gm? Piensa así con cada producto que vayas a comprar, en algunos el ahorro está en comprar el que tendrá más vida útil o mayor calidad pero en otros estará en comprar el que tenga el precio más bajo.
Y tú, ¿qué ideas quieres compartir para que la cuesta de septiembre sea más fácil de llevar para todos?
Marhya, siempre con información muy práctica y muy buena e interesante. Te echaba de menos.
Un beso
rosa
Marhya
la premisa debería ser recuperar un poco de ese sentido común, que parece que muchos habíamos olvidado.
petonets, sempre
Gracias, Rosa. Me alegro que vuelvas a estar por aquí.
¡un beso!
Cierto, Marta. Como suele decirse el sentido común es el menos común de los sentidos. Poniéndole a trabajar viviríamos mucho mejor, en todos los aspectos de la vida.
Un beso.
Tienes mucha razón, en el cole es habitual que los alumnos y alumnas no cuiden nada su material porque saben que si se les pierde la goma, o los rotuladores, o el sacapuntas, enseguida los papás le compran otro….desde pequeños los vamos haciendo consumistas.
Por cierto, aquí en Andalucía los libros son gratuitos ¿allí no? Besos
Pues como no tengo niños no te lo digo a ciencia cierta pero creo que hay becas para la compra de material escolar pero no sé si se los dan a todos o no ni cuánto cubren, porque sé de gente con un trabajillo tirando a bajo que compran y venden los libros de segunda mano, así que supongo que gratuitos no son.
En el País Vasco si no ha cambiado cuando iba a venirme yo a vinir aquí si que anunciaban que serían gratuitos.
Besos.
Ya te digo yo que en el Pais Vasco gratuitos no son, que el otro día le pasé a una pobre madre los libros para los 3 críos (y digo críos, que no eran libros de instituto) y fueron más de 600 euros; a eso añade luego cuadernos, bolis, etc. Y en muchos colegios (no sé si presionados por las editoriales) de un año para otro cambian los temarios; entre eso y que ahora hay muchas más asignaturas en las que parte de los ejercicios se hacen en el libro (no sólo inglés y euskera, como en nuestra época), ya no vale lo de herederar los libros de la hermana mayor, una prima o incluso de la vecina.
¡Viva la educación!
jo, pues en siete años ya podían haber hecho lo que anunciaron, vamos!!!
Y respecto a los libros que se escribe en ellos es la leche, el mejro invento que han sacado las editoriales para si mismas, les sale el negocio redondo.
Besos.
Marhya, hija, tú buscando buenos consejos que darnos de cara a septiembre. Yo soy de las que en cuanto hubo que empezar a comprar material escolar para la peque, decía, aunque lo sigo diciendo, que la cuesta de septiembre es mucho más alta que la de enero: vuelves de vacaciones, con muchos más gastos que para los Reyes, y ale, material escolar, y en mi caso, otro añadido: el seguro del coche.
Yo soy de las que voy a las grandes superficies y me hago con 3 en lugar de 1, si es que económicamente interesa, y la unidad es seguro que siempre va a salir más barato que en una papelería. De los “chinos” ni hablemos, la calidad siempre deja mucho que desear. Este año la niña llevará la misma mochila que el curso pasado, a pesar de lo que diga, porque está para volver a utilizar. Y si se rompe a mitad de curso, pues ya buscaremos otra. La verdad es que ella no es destrozona.
En cuanto a los libros, en la Comunidad de Castilla-La Mancha, los libros son gratuitos, pero tienes que devolverlos en iguales condiciones que cuando te los entregaron, si no, te toca pagarlos. En la Comunidad de Madrid no. Cada cual compra los suyos, a no ser que tengas la suerte de que alguien te los pueda pasar de segunda mano.
Yo, como docente, no soy partidaria de que l@s chic@s escriban en los libros, así que todas las actividades a hacer, tienen que escribirlas en el cuaderno. El cuaderno está para escribir, y el libro, para leer.
Un besote.
Si es que la cuesta de Septiembre tiene tela, aquí además han cobrado también estos días el IBI y parte de los recibos municipales (agua, alcantarillado…) asi que.. ¡qué os voy a acontar que no sepáis!
Se agradece, Yolanda, que los profesores permitan que los niños no escriban en los libros, mis sobrinas se llevan un año y mi cuñada preguntó si podría no escribir la mayor en los libros para pasárselo a su prima y afortunadamente también sus profesores fueron comprensivos y le dejan hacerlo en un cuaderno para pasarle los libros a su prima.
Besos.
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