Si el otro día (aquí) hablábamos sobre los árboles de navidad, hoy llega el momento de poner en entredicho los adornos navideños y tratar de averiguar cómo hacer que nuestros adornos sean lo más ecológicos posible. Es un proyecto que puede hacerse en familia o en el colegio, y que resultará interesante como toma de conciencia, y que puede derivar en un aún más interesante ejercicio de creatividad, cuando hagamos nuestros propios adornos.
Como en la entrada sobre los árboles de Navidad, os propongo un debate para plantear preguntas y tratar de dar respuestas y generar ideas entre todos.
Algunas de las cuestiones que nos podemos plantear: ¿Afectan negativamente al medio ambiente los adornos que solemos poner en Navidad? ¿ Es ecológico disponer de luces navideñas? ¿Todas las luces navideñas gastan la misma energía? ¿Es interesante utilizar elementos naturales (plantas, flores, frutos…) como ornamento navideño? ¿En qué casos lo es y en cuáles no lo es? ¿Qué elementos cotidianos podemos reciclar para convertir en adornos navideños? ¿De qué materiales es mejor prescindir en nuestros ornamentos? ¿Qué adornos resultará interesante guardar para la Navidad del año siguiente y qué haremos con los que no sea interesante guardar?
Algunas de las cosas que conviene tener en cuenta y que pueden aportar luz a algunas de las cuestiones a debatir:
– Hay plantas que está terminantemente prohibido coger del campo (además, bajo fuertes sanciones monetarias) como es el caso, en muchos lugares, del musgo y el acebo, por el frágil equilibrio de los ecosistemas a los que pertenecen.
– Hoy en día existen luces navideñas LED que consumen menos que las convencionales; pese a todo es un derroche mantenerlas encendidas de continuo en un hogar y es uno de los elementos decorativos más fácilmente prescindibles, aunque a los niños pequeños les encantan.
– Una cinta o cuerda en la que colgar las tarjetas navideñas recibidas, es una decoración bonita que además nos recuerda el cariño de quienes nos la enviaron. ¿Qué otras decoraciones además de ser un elemento ornamental nos quieren decir algo más y conviene tenerlas presentes?
Buen tema el que has planteado. Mi primera opinión, aunque pueda parecer exagerada, es que las celebraciones navideñas, tal como las hacemos ahora, son antiecológicas, e insostenibles medioambientalmente. Seguro que a mucha gente les parece una barbaridad, pero si nos paramos a pensar en el exceso de comida, regalos con su monton de papeles que se tiran a la basura, más el monton de luces que nos incitan a comprar sin sentido, supone un derroche excesivo y un destrozo para el medioambiente. Creo que para juntarse con la familia, y hacer unos regalos no es necesario todo esto. Mucha gente en estos días se gasta el dinero que no tiene, y esto si que es insostenible. A lo mejor te parece demasiado alarmista lo que te digo, pero la exageración con la que se vive en estos días no me gusta nada.
Soy de la opinión de Yolanda. Estamos cayendo en un gasto excesivo que muchos hogares no se pueden permitir, pero que viene promocionado por todo lo que nos rodea. El fin de semana del 20 de noviembre en Madrid se encendió la iluminación navideña. Por muy poco que gasten esas luces (¿?)…es gasto. Para qué, entonces, las campañas de ahorro energético que paga nuestro estado. Absolutamente absurdo. Y con todos los temas igual. Alimentación, regalos… Y mira que me gusta la navidad, pero no así.
Besotes!!!
Ahhh, y con respecto a la decoración… En casa ya sólo pongo el nacimiento. Bueno…los nacimientos… tengo varios y los reparto por toda la casa.
Yolanda, yo también soy de tu misma opinión, es un derroche de todo. Afortunadamente también creo que cada vez hay menos gente que se deja caer por el lado del derroche (no sólo monetario), lo que pasa es que no se les ve tanto como a los que si.
Un beso.
Polita, otra gran verdad, lo de predicar con el ejemplo está claro que no va con ellos.
En fin, menos mal que cada uno podemos hacer cosas, porque si no… Mal íbamos.
¡Un beso!!
¡Hola Marhya! Para ti y para l@s que siguen tu blog. Mirad qué estrellitas de papel más chulas. Están hechas con los mantelitos decorativos de papel de las bandejas.
Sobre el tema de los adornos navideños, en casa entra un abeto artificial, adornado a nuestro gusto y según los colores que abundan en el salón. Nos gustan las guirnaldas y los muñequitos de fieltro. Algo que no me gusta ver en las calles son bombillas decorando los árboles. Creo que de alguna manera el calor artificial de las bombillas no puede ser bueno. Pero por otra parte, me gusta ver las calles iluminadas y decoradas. Se respira otra “vida” en las calles.
Besos.
Si que son bonitas, Yolanda, y no parecen difíciles de hacer, aunque debo confesar que yo soy bastante manazas para estas cosas.
Las luces si que suelen dañar los árboles, las antiguas hasta dejan quemaduras en muchas ocasiones.
¡un besote!