Amigos viajeros, abrigaros bien y tened listas vuestras mochilas porque hoy no nos vale con una maleta. Tenemos una etapa de lo más aventurera y necesitarás guantes, bufanda, buen calzado, un termo lleno de café (o chocolate a la taza) bien caliente y tu carnet de biblioteca. ¡El norte nos espera! ¡Canadá y Alaska, allá vamos!
En la anterior etapa nos despedimos de EEUU y en esta etapa comenzamos adentrándonos en tierras canadienses hacia territorio del Yukón. Un lugar que si o si debe descubrirse a través de las novelas de Jack London. Confieso que durante un tiempo detesté sus libros de aventura (es lo que tiene que te obliguen a leer algo por narices) pero esos ya son tiempos pasados y no hay forma mejor de descubrir este territorio en una época en que aún era casi inexplorado que a través de sus historias. Si sólo tenemos tiempo para una, lo haremos con la más conocida; “Colmillo blanco”.
De ahí entre nieves perpetuas ( o casi) seguimos camino para regresar a suelo estadounidense, pero al norte, en Alaska. Os propongo tres caminos muy diferentes para esta parte de la etapa; Alaska mágica, Alaska contemporánea y Alaska en historia-ficción. Cualquiera de ellas muestra un lugar donde la dureza del clima y la orografía se ven acrecentadas por una serie de misteriosos asesinatos (amigos, poneos el chaleco antibalas debajo de anorak, puede que en este inhóspito territorio sea más probable morir de un balazo que del ataque de un oso polar hambriento).
Si escogéis el primer camino, debe acompañaros “Sombras de medianoche”, una de las más apasionantes novelas de la serie Raza de Medianoche de Lara Adrian. Si os decantáis por el segundo camino, “Aurora Boreal”, de Nora Roberts, es vuestra guía. Y si preferís el tercero, tendréis que hacer el viaje con “El sindicato de policía yiddish”, de Michael Chabon. Sólo los más valientes querrán explorar todos los caminos; el peligro os acechará, pero el premio a la valentía es disfrutar de tres novelas que nos muestran diferentes caras de Alaska.
En Anchorage, un avión nos devuelve a Vancouver. Tomaremos el Canadian Exprés para hacer, al revés, el viaje del protagonista de la novela infantil “Asesinato en el Canadian Exprés”. Tú no lo empieces por el final, o descubrirás la sorpresa antes de tiempo.
Hemos llegado a Montreal, una ciudad cuya peligrosa vida nocturna y mágica viviremos gracias a otra de las magníficas y adictivas novelas de Lara Adrian, “Bruma de medianoche”.
Para oxigenarnos después de tanta aventura y peligro, nada mejor que visitar la mítica e idílica Isla del Príncipe Eduardo de la mano de las novelas de Maud Montgomery y su serie protagonizada por Ana la de Tejas Verdes. ¿De qué otra forma podríamos hacerlo mejor? Esta es la parte llena de encanto, pueblitos encantadores y pequeñas granjas de esta etapa.
Pero nuestra etapa por Canadá y Alaska no termina ahí si no de regreso al continente, concretamente a Toronto. Y sin hacer chistes fáciles nos adentraremos en la vida nocturna de la ciudad gracias a los Hermanos Argeneau, de Lynsay Sands.
Podéis tomar aire, compañeros viajeros. Sentaos y descansad. La etapa ha sido ajetreada, fría y peligrosa pero sin duda emocionante, apasionante y muy especial. Coged fuerzas, que todavía nos queda mucho viaje por delante.
Creo que para hacer este viaje literario esperaré a que haga algo más de calor, ya que tengo aún unos cuantos libros pendientes de lectura.” Asesinato en el Canadian Exprés” me lo leí hace años y me gustó, aunque sólo recuerdo pequeños detalles de él, creo que me lo volvería a leer a gusto, aunque sepa cómo acaba.
Si te digo la verdad, Lucero, ¡sólo me acuerdo del final y poco más! 😉 Pero es un libro infantil, seguro que en una tarde, queda ventilado.
Un beso.