Hoy vengo con una receta de bacalao con gulas y almejas que está divina. Es un plato muy sencillo, pero con muchísimo sabor. Ideal para el fin de semana, para recibir invitados o para celebrar.
La gracia para hace un bacalao es tener cuidado con dos cosas: el punto de sal y el punto de cocción. Si tienes miedo al desalarlo porque no sabes cuánto dejarlo a remojo o cómo hacerlo correctamente, recurre a piezas ya desaladas. Hoy en día hay tiendas especializadas que te lo venden ya desalado y en su punto ideal de sal. También se pueden comprar lomos o colitas congelados en su punto exacto de desalado.
En cuanto a la cocción hay que estar atento a la misma. La carne del bacalao debe pasar de parecer transparente a estar blanca. Pero antes de que se ponga blanca la lasca del centro, debes apartarlo del fuego. Esto se ve observando el lado más grueso de cada lomo. En cuanto lo hagas dos o tres veces y veas que te queda bien, perderás el miedo a que se te pase. De todos modos, en lo que a bacalao desalado se refiere, tiene mejor arreglo que esté poco hecho y tengas que darle un minuto o dos más de cocción, que el que se te pase, porque muy hecho pierde muchísimo y puede incluso a parecer estropajoso.
Por lo demás, esta receta con tiene mayor misterio. Con estas cantidades tienes para dos comensales.
BACALAO CON GULAS Y ALMEJAS
Ingredientes:
4 lomos de bacalao desalado
200gm de gulas
12 almejas
6 dientes de ajo grandes
aceite de oliva virgen extra
2 guindillas de cayena
sal (opcional)
Preparación:
Pela los ajos y córtalos en láminas.
Lava bien las almejas.
Pon al fuego una sartén amplia con un chorretón de aceite de oliva, las guindillas y los ajos. Una vez se doren los ajos, retira estos y las guindillas a un plato. No los tires porque puedes usarlos luego para el emplatado.
Pon el bacalao en el aceite con la piel hacia arriba y pasado un minuto dales la vuelta para que la piel esté en contacto con el fondo de la sartén. Cocina unos 5 minutos. El tiempo puede variar en función del grosor del bacalao y del tipo de sartén empleada. Añade las almejas y una vez se abran, retira del fuego: añade al momento las gulas y rehoga ya fuera del fuego un minuto.
Emplata y sirve enseguida. Puedes poner los ajitos dorados por encima o en un platito aparte para que quien quiera se los pueda poner en su plato o no.
Ver esto a estas horas me dan ganas de desayunar bacalao, se ve riquisimo.
Me alegro muchísimo de que te guste, Paqui.
Un beso.
Una receta estupenda y es cierto que el éxito está en todos aquellos pequeños detalles que lo cambian todo!
Besos,
Palmira
Muy interesante receta de bacalao; seguro que está buenísimo con las gulas y almejas. Lo haré pues en casa nos gusta mucho el bacalao. Qué verdad es que hay que ser muy cuidadosa con el desalado, yo creo que aparte de que hay que tener en cuenta su grosor es que nunca viene igual de salado.
Alguna vez he comprado el desalado congelado muy bueno, muy en su punto.
Besos guapina.
Me alegro mucho de que te guste, Palmira.
Un beso.
Lucero, es un buen recurso si tienes antojo y no quieres esperar dos días a que se desale o como dices, porque cada bacalao es un mundo.
Un beso.
Holaaaa, que lujazo de plato nos graes hoy! A mi me gusta desalar el bacalao porque el que venden ya desalado no sabe igual. Me ha encantado, más sencillo y rico no puede ser. Ah, y bien sano!
Un besooooo
Ya sabes que soy fan total del bacalao, así que no me encantaaaaa. Un plato sencillo, pero muy festivo.
Besitos
Marisa, es dar con el sitio que tenga un buen desalado. Cuando vivía en Vitoria tenía muy cerca una tienda de bacalao y unas veces lo compraba salado y otras desalado, si lo quería para ya. Era muy bueno. Pero es verdad que era lo que vendían, era su producto, y eran expertos. A lo mejor no en todos los sitios lo desalan igual.
Un beso, guapa.
Gracias, Pilar, me alegro un montón de que te guste. Ya sabes que me gustó también mucho tu última receta con bacalao.
Un beso.
que buena pinta tiene , me encanta