Tirando del anzuelo es una preciosa novela de Kristan Higgins. Poco a poco voy leyendo las novelas ya publicadas en castellano de esta autora, que tan buenos ratos me hace pasar. Aunque también me haga soltar la lagrimita, ¡ay, esas emociones! Y esta tiene para la risa y para el llanto, como suele ser habitual en las novelas de esta escritora y en la vida misma.
Maggie Beaumunt vive en la misma pequeña población de Maine en la que nació. Un lugar en el que es feliz pero en el que tener una vida social o amorosa es complicado. Sobre todo trabajando tantas horas en la cafetería que un día fue de su abuelo y ahora ella dirige. La encantaría conocer a alguien con quien compartir la vida pero si no llega, bueno, también es feliz con lo que tiene.
Cuando parece que un atractivo irlandés puede ser el hombre ideal para ella, la sorpresa salta por los aires. ¡Es un cura católico! Sí, se ha enamorado del recién llegado padre Tim y lo que es peor, todo el mundo lo sabe. Así que entre bromas y momentos en los que desearía que la tierra le tragase Maggie trata de poner buena cara y aceptar las citas que sus bien intencionados familia y amigos, incluido el padre Tim, le proponen.
Claro que el amor puede surgir cuando menos se espera. Y quizá sea el silencioso Malone la persona con la que vivir una feliz vida de pareja. ¿Pero serán capaces de encontrarse?
Me ha encantado Tirando del anzuelo. A pesar de lo simple que parece su argumento es una novela preciosa, llena de encanto, buenos y malos momentos, felicidad, tristeza y toma de decisiones no siempre acertadas, pero sí hechas con el corazón. De nuevo Kristan Higgins me ha hecho disfrutar con la lectura de una novela suya y encariñarme con los personajes que la protagonizan. Especialmente con Maggie, la protagonista, que tiene un corazón de oro. Y Malone, que no se parece nada a un héroe de novela romántica al uso y sin embargo me ha encantado.
Los secundarios son de los más variopinto. Entre los que acoges con cariño y aquellos a los que estrangularías lentamente. Mención especial para Colonel, (no Coronel) el perro de la protagonista. Las novelas de Kristan Higgins siempre tienen cabida para una mascota, y esta no iba a ser menos. ¡Pero lo que me ha hecho padecer la buena mujer, madre del amor hermoso! Y hasta aquí puedo leer. O, mejor dicho, escribir.
Lo que parece una sencilla comedia romántica tiene mucho más trasfondo. Es algo también habitual en las novelas de esta autora. No hay mucho más que pueda decir de Tirando del anzuelo sin contar la novela al completo, que si bien en algunos aspectos es previsible, como suelen serlo las novelas románticas, no lo es tanto en otros. Es una historia que merece la pena leer y descubrir poco a poco, disfrutando de cada página. Si te gusta el género te lo recomiendo. Y si ya conoces novelas anteriores de la autora y la has disfrutado, no te la puedes perder.
¡Oye, que dan ganas de leérsela! Pues eso, la voy a buscar.
Besos preciosa.
Creo que te gustará, Lucero.
Besos.