La vida en rosa, de Victoria Connelly, es una novela sencilla, entretenida y en cierto modo agradable, aunque bastante previsible y a la que cuesta un poco engancharse. Es una historia familiar protagonizada por tres jóvenes hermanas ambientada en la época actual en una vieja mansión decrépita y en torno a un negocio floral.
Celeste regresa a la casa familiar de la que huyó tres años atrás. Entonces quería escapar de una madre narcisista y la relación tóxica que le ataba a ella y encontró en el matrimonio la escusa perfecta para hacerlo. Ahora llega, tras un pesado proceso de divorcio, a un hogar aún más decrépito de lo que recuerda en el que ya no está su madre, fallecida semanas atrás. Quienes si están son sus dos hermanas menores, que necesitan su ayuda para poner en orden el negocio e intentar salvar la ruinosa casa familiar. Una pesada carga que Celeste espera saber resolver para poder seguir su camino, aunque aún no sepa cuál será este ni a dónde la llevará.
Las dos hermanas de Celeste, Gertrude y Evie, tienes sus propias preocupaciones más allá de los problemas económicos. Gertrude desea conocer el mundo aunque nunca ha salido de la casa familiar y tiene una relación oculta con un hombre joven casado con una mujer a la que un accidente de caballo dejó postrada en una silla de ruedas. Evie también tiene sus secretos y, además, está totalmente en contra de que nada cambie en la mansión, demasiado enfadada porque Celeste se fuera y no regresara durante la enfermedad de su madre, un tiempo muy difícil para ella.
La novela es entretenida, la parte psicológica y de relación entre las hermanas está bien aunque podía estar mejor y la ambientación es agradecida. Sin embargo no me ha conseguido enganchar y eso para mi es un problema. Aunque es un libro que se lee con facilidad, está bien escrito y es lo suficientemente corto para leerlo en una o dos tardes si eres un lector voraz, no llega a enganchar. No es de esas novelas (al menos no lo ha sido en mi caso) que cuando las dejas empezadas estás deseando tener tiempo para volver a adentrarte en ellas. No es que no te interese pero tampoco sientes esa necesidad de hacerlo.
Y no es que le pueda poner grandes pegas a la historia, salvo que es muy previsible. Pero es una pena que logrando meterte en la historia no tenga esa capacidad para retener tu atención y hacerte desear leer un capítulos tras otro con avidez. Por más que lo he intentado, la trama no me llegó a interesar tanto como para sentir la necesidad de seguir leyendo una capítulo más, y otro, y otro, hasta terminar el libro. Quizá me esté volviendo demasiado exigente, no lo sé.
Si quieres darle una oportunidad a La vida en rosa no pierdes mucho, es un libro económico y tiene muy buenas opiniones. Como digo, no puedo decir exactamente nada malo de esta novela. Simplemente, tampoco nada especialmente bueno.
