La posadera de Ivy Hill, de Julie Klassen

La posadera de Ivy Hill, de Julie Klassen, ha sido una de mis últimas lecturas. Esperaba un estilo más similar a otras novelas que he leído de la autora, como El secreto de Pembrooke Park, pero es  diferente. No hay esa intriga latente y es más coral y costumbrista. Pese a no ser lo que esperaba he disfrutado mucho de su lectura.

Eso sí, ahora me quedo con ganas de leer las siguientes porque creo que no es tan autoconclusiva como parece. Y está claro que no son flecos sueltos lo que queda sino tramas abiertas que se desarrollan a lo largo de toda la serie.

Condado de Wilt, Inglaterra, primavera de 1820. Jane Bell, de soltera Jane Fermont, hace un año que está viuda. Su matrimonio no duró muchos años, su esposo falleció demasiado joven. Y todos los sueños que tenía y que la hicieron tomar una decisión que sorprendió a muchos casándose con un hombre de una escala social  muy inferior a la suya, desaparecieron con él.

Durante los meses que han trascurrido desde la muerte de su esposo, Jane no ha atendido la posada como debería. De hecho, ni siquiera sabe por qué él se la dejó en herencia, si ella nunca llegó a trabajar en la misma. Pero diversas circunstancias, incluido el regreso de su suegra, que nació y se crió en la posada y trabajó en ella casi toda su vida, la ponen de cara con la realidad. Y debe hacerse cargo de la posada y sus empleados.

Es difícil poner una etiqueta a esta novela, pero creo que merece la pena intentarlo para quien no tenga claro si le apetece leerla o no. Aunque es más fácil definir qué no es: no es romántica, no es gótica, no es una novela de intriga. Es una novela bucólica, costumbrista, centrada en las mujeres de una zona rural concreta en una época concreta. Y de las decisiones que se ven obligadas a tomar, en muchos casos precisamente debido a que son mujeres y no terminan de ser dueñas de su vida al completo.

Si ya has leído otras novelas de la autora en las que una intriga potente era parte importante del eje de la trama, aquí no la hay. Puede haber algunas dudas que resolver, pero no un misterio importante. Además, en algunas cuestiones es demasiado previsible. Creo que La posadera de Ivy Hill es de las primeras novelas escritas por la autora, y esa puede ser la razón de que en algunos aspectos sea un poco “light”.

He disfrutado leyendo esta novela porque me gusta leer sobre personajes aparentemente corrientes, mujeres que no saben que son fuertes pero descubren que sí lo son, y sobre otros tiempos y formas de vivir. Pero sin leer la serie al completo no me animo a recomendar su lectura, porque las tramas que quedan abiertas no sé si se cierran adecuadamente o cómo influye en los personajes y tramas supuestamente cerradas en esta primera novela de la serie Ivy Hill.