Hace tiempo que tenía pendiente leer La casa de Riverton, de Kate Morton. Cuando se publicó por primera vez, hace más de una década, tuvo mucho éxito. Cuando lo compré ya había leído otras novelas de la autora que me habían gustado, como Las horas distantes y El cumpleaños secreto. Pero a pesar de ello he ido dando prioridad a otras lecturas y hasta estos días se había quedado ahí en un rincón de mi libro digital, esperando a ser leído.
Por fin lo he hecho y lo he disfrutado.
De qué va la casa de Riverton
Inglaterra, 1999. Grace Bradley tiene 98 años y vive en una residencia de ancianos. Un día recibe la noticia de que se va a rodar una película sobre unos acontecimientos que ella tiene grabados en la mente como si hubieran ocurrido el día anterior: la muerte de un famoso poeta en una fiesta campestre en 1924 en la mansión Riverton, donde Grace trabajaba como doncella personal.
Parece que ella es la única persona viva que conoció la casa de Riverton en todo su esplendor, y esperan que pueda contar cómo era la vida allí y cómo era el lugar entonces. Lo que no sabe nadie es que ella fue testigo de esos sucesos y que ha guardado el secreto sobre lo que realmente ocurrió durante décadas.
Esa comunicación hace que la anciana recuerde esos años de su vida, desde su llegada a Riverton siendo casi una niña (antes de la 1ª Guerra Mundial) para servir como criada, hasta que abandonó la mansión. Y con sus recuerdos y los secretos que ha guardado durante tantos años vamos descubriendo una forma de vida que ya no existe, a las personas que marcaron su vida y todo lo que fue aconteciendo y que culminó en esa noche terrible que nunca ha podido olvidar.
Mi opinión sobre esta novela de Kate Morton
La casa de Riverton es una novela preciosa. Al principio me costó un poco meterme en la historia y hacerme con todos los personajes y situaciones. No solo por su abundancia, sino también porque parte de la acción transcurre cuando Grace es anciana y parte en el pasado, a principios de siglo, cuando llega a la mansión antes de iniciarse la primera guerra mundial.
Pero he seguido leyendo porque al haber leído otros libros de la autora sabía que pronto me vería dentro de la historia. Y así ha sido. Una vez que te sientes dentro de la trama e identificas los nombres de los personajes, ya estás enganchada a la historia y tienes que seguir leyendo.
Como en otras novelas de Kate Morton, en esta también hay páginas y páginas en las que aparentemente la vida transcurre apaciblemente y sin grandes sucesos. Pero el lector ya sabe que algo se está cociendo, que se están sentado las bases y creando el caldo de cultivo apropiado para que en algún momento surja algo que lo cambie todo. No sabes el qué ni cuándo sucederá, pero sabes que se está creando. Y en algún momento habrá un detonante que empiece a acelerar ese engranaje sutilmente montado, para llegar al punto culminante de la historia.
El secreto de lo ocurrido ese día pertenece a Grace. Y no importa que se haga una película del escandaloso suicidio de un poeta. Ella tiene la llave del secreto y solo ella decide si lo mostrará o no y en caso de que decida desvelarlo, ante quién lo hará. Algo que también te tiene en vilo durante la lectura, porque quieres conocer ese secreto. Y, sin embargo, tan importante como esos hechos tiene todo lo demás, las vidas, los sucesos, los personajes, los sentimientos que desembocan en lo ocurrido en esa fiesta.
Para mi, La casa de Riverton es una lectura recomendable. Aún tengo pendiente otra novela de la autora, pero dejaré pasar un tiempo para no leerlas muy seguidas.
