Hoy traigo una receta de pastel de patata muy rica y sencilla. Es un plato riquísimo y que puedes servir tanto para un mediodía como para un menú de cena. En este caso se sirve frío, así que te animo a probarlo porque este año que el verano ha llegado a mitad de primavera, parece que vamos a tener todavía unos cuantos meses de calor para disfrutar de este tipo de platos.
Lo cierto es que los pasteles de patata admiten muchos rellenos y también acabados. En este caso no es muy vistoso como si lo sería si llevase una capa de queso rallado o fuese pincelado con huevo y luego gratinado. Pero para servir frío creo que queda mejor sin más añadido que la capa de patata.
Quien tiene paciencia (no es mi caso) a veces lo prepara en forma de brazo de gitano, pero así queda menos manipulado y además luego resulta muy sencillo cortar porciones. Incluso puedes servirlo en recipientes o fuentes individuales y poner una por persona.
Este pastel de patata tiene un relleno muy rico y muy rápido de preparar. Además, sale muy bien de precio porque sus ingredientes no son costosos y al ser tan jugoso casa de maravilla con las dos capas de puré de patata casero entre las que va.
Pastel de patata: receta para servir fría
Con estas cantidades tienes para cuatro raciones de plato único u ocho raciones si lo sirves de plato principal. Para mi la segunda es la mejor opción acompañándolo de una ensalada sencilla, como una ensalada templada de vainas con langostinos que es muy rica, o una simple ensalada verde.
Ingredientes necesarios para las capas de puré de patatas
800 gramos de patatas de similar tamaño
10 gramos de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
100 ml de leche caliente
nuez moscada
sal
Qué ingredientes son necesarios para el relleno del pastel
una cebolla mediana
400 ml de tomate triturado
un bote de pimientos del piquillo asados
4 huevos medianos
3 latas de filetes de caballa
1 cucharadita de azúcar
albahaca
vinagre (opcional)
aceite de oliva virgen extra
sal
Cómo se hace el pastel de patata
Pon a cocer las patatas sin pelar en una cazuela con agua y sal. Cuando estén hechas retíralas del fuego.
Mientras se cuecen las patatas es momento de preparar el relleno. Empieza por pelar la cebolla y picarla finita. Ponla a cocinar en una cazuela al fuego con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y un pellizco de sal. Cocínalas a fuego muy suave para que quede más confitada que pochada.
Al mismo tiempo pon a cocer los huevos en agua con sal. Puedes añadirle un chorrito de vinagre de vino blanco para que si se rompen al hervir no se expanda la clara. En diez minutos están cocidos: enfríalos bien, pélalos y pícalos en trozos no demasiado pequeños.
Añade el pimiento a la cebolla ya hecha, mezcla uno o dos minutos y vierte sobre ello el tomate triturado. Adereza con la sal y el azúcar y añade la ramita de albahaca. Cubre con una tapa perforada y dejar reducir la salsa a menos de la mitad, para que quede con una textura adecuada, no demasiado líquida.
Ya fuera del juego añade a la salsa después de retirar la albahaca los huevos picados y los filetes de caballa en trozos no muy pequeños. Mezcla bien.
Pela las patatas, añade la sal, un poco de nuez moscada rallada, la mantequilla y el aceite y con un tenedor ve triturándolas para que quede un puré. Añade poco a poco la leche para que se integre bien y quede más sedoso.
Pon en una fuente grande o varias fuentes individuales la mitad del puré de patata en una capa uniforme. Añade una capa muy generosa de relleno hasta completarlo y cubre con otra capa de puré de patata. Con un tenedor haz unas marcas en la superficie del pastel de patata. Cubre con papel film y deja enfriar muy bien, mejor si enfría en la nevera para servirlo directamente de ella.
Que rico.